El Gran Premio de Italia de Fórmula 1 propone, como experimento, abrir las puertas a miles de aficionados vacunados de COVID y con PCR negativa.
La Fórmula 1 como experimento para reabrir eventos deportivos al público en general con total seguridad. El GP de Italia podría convertirse en una importante oportunidad para que los aficionados vivan la cita italiana en las gradas, como experimento de cara a un regreso a cierta normalidad.
La idea fue lanzada por el presidente del ACI (Club del Automóvil de Italia), Angelo Sticchi Damiani, en un programa de radio italiano. El número uno del ACI admitió que “nos gustaría llenar el autódromo de Monza al 70 u 80 por ciento. Podríamos montar gradas libres de Covid para los vacunados y otros para los que hayan pasado una PCR, con el espaciamiento necesario y el 50% de la capacidad”.
“No es una broma, sino un proyecto muy serio en el que estamos trabajando desde hace algún tiempo, a la espera de que se pronuncie el CTS (Comité Técnico Científico) y el Gobierno a través del Ministerio de Salud”.
Nadie quiere proponer experimentos arriesgados ni lanzar una manera al aire. De hecho, la intención es precisamente experimentar con soluciones útiles para la reapertura progresiva de eventos deportivos, según esquemas que deben ser evaluados por las autoridades para garantizar la seguridad.
Dado que el GP de Italia se celebra en el Parque de Monza, es posible crear “burbujas” dividiendo a los espectadores entre los vacunados y los que se someterán a PCR. Los primeros podrían ocupar gradas con accesos reservados y plazas de aparcamiento, separados del público que deberá permanecer con distanciamiento tras haberse realizado la indispensable prueba de PCR.
Desde el punto de vista organizativo supondría una gran complicación logística, pero con el autódromo de Monza habría plena disponibilidad para convertirse en herramienta de experimentación de protocolos que luego podrían extenderse también a otras disciplinas y no solo a las actividades deportivas, contribuyendo al desarrollo de soluciones que pueden devolver una vida más o menos normal respetando plenamente la seguridad.
Obviamente, existe la necesidad de que el Gobierno tome pronto la decisión, porque no hay intención de abrir las taquillas para solo 1000 personas, ya que el coste que tiene que soportar el ACI Italia al pagar la tarifa al promotor de la F1 es demasiado grande y el año pasado el país hizo su parte al garantizar tres grandes premios en el modificado calendario 2020.
Es cierto que el GP de Italia se disputará el 15 de septiembre, pero es igualmente cierto que sin una adecuada preventa de entradas sería muy difícil gestionar un flujo grande de solicitudes (especialmente ahora que Ferrari parece mejorar) en un plazo demasiado corto de tiempo, cuando normalmente se trata de iniciativas que se extienden a lo largo de 10 meses.
El nuevo decreto del primer ministro Draghi podría llegar a principios de julio, pero la máquina organizativa del GP de Italia ya debe estar activa, porque podría realizar una prueba piloto con motivo de la carrera del WEC prevista para el 18 de julio.
Para el Campeonato del Mundo de Resistencia, de hecho, se podría experimentar la subdivisión del público entre vacunados y con PCR negativa con mil entradas, con el fin de verificar con un experimento dirigido la funcionalidad de un proyecto que será mucho más ambicioso para el GP de Italia.