Daniel Riiciardo llegó a Australia hace una semana diciendo que “sería un sueño poder regresar a Red Bull en 2025” y se marchó abatido, tras una de sus peores actuaciones recientes. El piloto de Visa Cash RB terminó 12º y doblado (pese a los abandonos de Verstappen y Hamilton), mientas su compañero Yuki Tsunoda terminaba séptimo, tras haber sido 8º en la calificación del sábado y gracias a la sanción de 20 segundos que le aplicaron a Fernando Alonso.
Después de las tres primeras carreras de la temporada, el australiano se encuentra en el puesto 15 del campeonato del mundo, con cero puntos, algo que según se está publicando en distintos medios, ha llevado asesor ejecutivo y máximo responsable de pilotos de Red Bull, Helmut Marko, a plantearle un ultimátum para que mejore su nivel, bajo amenaza de ser sustituido.
El Dr. Marko habría avisado al piloto de Perh de que, si no consigue mejorar su rendimiento en los Grandes Premios de Japón y China, su asiento sería ocupado por el joven Liam Lawson. El joven neozélandés, de 22 años, ocupó ya su lugar en 2023, cuando Ricciardo se rompió la muñeca en Zandvoort, y logró dos puntos en el GP de Singapur, en su tercera carrera en la F1, antes del regreso de Daniel en Austin.
Una decisión fulminante de este corte no nada nuevo en este equipo, pues en 2023, Nick de Vries sólo tuvo 10 carreras de gracia antes de ser desplazado por el propio Ricciardo. Más precoz fue aún la defenestración de Daniil Kvyat en 2016, cuando en la quinta carrera fue bajado a Toro Rosso para colocar en su lugar a Max Verstappen en Barcelona, en un fin de semana en el que el holandés se hizo con la victoria en su primera actuación con Red Bull.
