El Gran Premio de Las Vegas se convierte en un campo de pruebas crucial para Red Bull y Ferrari, con ambos equipos implementando modificaciones técnicas en sus monoplazas en busca de rendimiento en una pista de alta velocidad.
Red Bull y su lucha contra el drag
Red Bull enfrenta desafíos aerodinámicos en Las Vegas debido a un alerón trasero que genera más resistencia que los de sus rivales. En respuesta, el equipo introdujo un alerón recortado, similar al de Monza, pero aún insuficiente, con velocidades hasta 7 km/h menores en rectas durante las FP1.
El equipo recortó más material del alerón trasero y el de viga para reducir la resistencia, comprometiendo incluso la ranura central del DRS. Además, se ajustaron los flaps del alerón delantero y se implementó una nueva valla del suelo para optimizar el flujo de aire. Sin embargo, Red Bull sorprendió al optar por una cubierta de motor de mayor carga aerodinámica, una configuración inusual para este tipo de circuito.
Ferrari busca puntos clave en el campeonato de Constructores
Por su parte, Ferrari llega a Las Vegas decidido a reducir los 36 puntos que los separan de McLaren. A pesar de una nueva directiva de la FIA que prohíbe refuerzos metálicos en el patín y obliga a elevar la altura de los monoplazas, Ferrari apuesta por su versión más descargada del alerón trasero de Monza y ajustes en el alerón delantero basado en especificaciones de Singapur.
Además, Ferrari presenta un fondo evolutivo en el SF-24 con modificaciones en el borde de salida, soportes y soplador para mejorar el flujo de aire. Carlos Sainz y Charles Leclerc intercambiarán configuraciones durante las prácticas para determinar la mejor solución para la carrera.
Ambos equipos intentan maximizar su rendimiento en esta fase final de la temporada, con Red Bull consolidando su dominio y Ferrari buscando cerrar la brecha en el campeonato de Constructores. Las Vegas será una cita clave para sus aspiraciones.