Mercedes tiene un problema y no es de pilotos, sino de coche. El W15 es un monoplaza inconsistente e impredecible cuando cambia la temperatura o el viento. Pasa de ser segundo con Hamilton en el Sprint de China a caer como 18º en la calificación tres horas más tarde. No es un buen reclamo para un piloto que quiera aspirar a ganar un Mundial con el coche de la estrella, el cuarto en prestaciones de la actual parrilla y muy encimado por Aston Martin, que va mejorando.
Sin embargo. el CEO de Mercedes, Toto Wolff, en lugar de analizar lo que les pasa, prefiere hablar del casting de pilotos que ha organizado para sustituir la baja de Hamilton, que se marcha a Ferrari en 2025. De nuevo alaba a Max Verstappen y sus cualidades, para intentar seducir al mejor de la parrilla (junto a Alonso y Sainz) de la actual parrilla. Si el holandés tuviese alguna intención de dejar Red Bull y despreciar el título de 2025, que parece también en su mano viendo el coche que tienen ahora, Toto no necesitaría de loas en las televisiones.
Espera que Max no sólo considera el coche
Wolff habló este fin de semana sobe el asunto de su nuevo piloto. “Hay muchos factores que influyen en la incorporación de un piloto. Claramente, cuando lo miras desde el punto de vista más racional, puedes decir ‘ese es el coche más rápido en manos del más rápido’. Pero no creo que ésta sea la única razón por la que te quedas donde estás. Creo que para, digamos, mentes simples, esa podría ser la única razón por la que te quedas en un coche y eso es todo, pero tal vez haya más profundidad para algunas personas que también consideran otros factores. Creo que Max tiene eso”, dice con la esperanza de que le entre un ataque de orgullo y crea que puede ser campeón con Mercedes de inmediato, cosa que sabe que ni él puede hacer.
“En ese sentido, ¿podemos convencerlo? No creo que sea una cuestión de convencer. Creo que Max conoce el automovilismo mejor que nadie y tomará las decisiones que considere buenas para él. Creo que algunos factores influyen, pero él es el que puede provocar que caigan más piezas de dominó después. Todo el mundo está esperando lo que va a hacer”, dice, aunque no está nada convencido de que cambie de aires, al menos para 2025.
Las no conversaciones
“Hay conversaciones con muchos pilotos que exploran nuevas oportunidades, así que eso no es sorprendente. En cuanto a Max, no estamos en el punto en el que hubiéramos discutido años o esas cosas. Si yo fuera Max, me quedaría en Red Bull en 2025, pero no soy Max. Es el coche más rápido, pero todavía hay otros factores”, dice concediendo que no va a salir y que las opciones son remotas.
“No creo que nadie pueda venderles nada a Max, Jos y Raymond [Vermeulen, el manager de Verstappen. La comprensión combinada del deporte del motor, se venda bien o no, no va a cambiar nada. Creo que es una cuestión de cómo se sienten y cuál es el mejor futuro para ellos, considerando muchos factores”, dice, metiendo el dedo en la llaga de la guerra interna de Red Bull, la lucha de poder contra Christian Horner, no no disimulada, algo que podría inclinar la balanza a juicio del austriaco.
“Creo que estamos en una muy buena posición para 2026, somos ambiciosos con los objetivos que nos fijamos para la unidad de potencia, las baterías y el combustible. Y creo que si somos capaces de producir un chasis decente, seremos una buena propuesta de valor, pero ¿quién sabe? Para ser honesto, realmente no soy bueno vendiendo. Creo que se debe a los hechos. Exagerar algo para atraer a alguien o algo no es la forma correcta”, dice señalando que todo son castillos en el aire a cambio de un coche sólido, rápido y fiable, como el Red Bull.
La ‘cornada’ de Horner
Enterado de sus palabras, el director deportivo de Red Bull Racing no quiso dejar pasar la oportunidad de poner a Wolff en su sitio. “¿Cuándo ha dicho eso?”, se preguntaba, “Voy a pensar cuidadosamente lo que digo aquí. Mira, ¿has hablado con Max [Verstappen] sobre esto? Porque si hablas con Max, al final no se trata sólo de un papel firmado”, aclara el británico..
Sobre Max dice que sabe que se quedará en el equipo. “Sabemos que tiene contrato hasta finales de 2028. Se trata de cómo se siente en el equipo, la relación que tiene en el la escudería y la forma en que está actuando. Y no creo que los problemas de Toto [Wolff] sean sus pilotos, pienso que quizá tiene que pensar en su equipo en lugar de en el mercado de pilotos”, dijo en un zasca sin paliativos.
“No sé cuántas veces más tiene que decirlo, lo ha dicho muchas veces. Creo que a veces solo está pensado para hacer ruido, hoy hemos superado la cantidad de carreras que Mercedes ha ganado en la era moderna, así que el equipo está en forma”., añade sobre las declaraciones de Wolff que no le han sentado nada bien.