Hace apenas unas semanas, resultaba impensable que abandonara el equipo dominante de la era de los efectos suelo y pudiera transferir un coche campeón a otro piloto.
Sin embargo, la historia de Christian Horner ha sacudido el mundo de la F1 y ha puesto de manifiesto las tensiones internas en el equipo de Milton Keynes.
Aunque aún no se conocen todos los detalles, la situación parece clara. Verstappen no está dispuesto a permanecer si Horner continúa como director del equipo, ni tampoco si el asesor de Red Bull, Helmut Marko, se marcha.
En marzo de 2022, Verstappen firmó una extensión de su contrato que lo vinculaba al equipo por siete temporadas más. Ambas partes acordaron ampliar ese compromiso, sumando cinco años adicionales, justo después de que ganara su primer título mundial de F1 en circunstancias controvertidas en el Gran Premio de Abu Dhabi de 2021.
Este acuerdo incluía las tres primeras temporadas del nuevo reglamento de F1 con el motor Red Bull Powertrains, que inicialmente se esperaba que llevara la marca Porsche.
Fue un acuerdo sin precedentes que otorgaba al equipo una ventaja en las negociaciones con posibles socios, ya que sabían que contaban con la presencia a largo plazo de la superestrella del momento. Ford fue uno de los interesados, respaldando el proyecto del motor cuando el acuerdo con Porsche fracasó.
Sin embargo, dos años después de firmar el contrato, con tres títulos en su haber y la posibilidad de un cuarto, parece improbable que Verstappen cumpla los cuatro años restantes.
Las palabras de Horner son reveladoras. En el día de la carrera en Bahréin, afirmó categóricamente que Verstappen no se iría a ningún lado.
“Aseguro que no lo hará”, dijo cuando se le preguntó si Verstappen cumpliría su contrato. “Confía en el equipo y ha logrado mucho con nosotros. Se comprometió hasta 2028”.
Sin embargo, apenas una semana después, en Yeda, Horner insinuó que los ánimos habían cambiado.
“Nunca se puede decir nunca”, comentó. “Si un piloto no quiere estar en un lugar, se irá a otro. Pero como equipo, no veo por qué alguien querría irse”.
Además de las tensiones internas en Red Bull y las incertidumbres sobre el motor de 2026, hay otros factores en juego. Nadie sabe quién tendrá el mejor motor en 2026, pero es un desafío mayor para los recién llegados RBP/Ford y Audi que para los equipos ya establecidos.
Además, existe un patrón natural en la F1 donde los mejores pilotos encuentran el éxito con el equipo que los formó antes de buscar nuevos desafíos en otros lugares.
Verstappen está en su décima temporada con Red Bull, incluyendo su tiempo en Toro Rosso. Ha madurado desde que comenzó en 2015 y ha asumido el papel de campeón del mundo, expresando su descontento con el largo calendario y los aspectos de espectáculo de la F1.
Aunque ha afirmado que no tiene intención de quedarse otros 10 años y quiere explorar otros intereses, es probable que se pregunte si realmente quiere cumplir todo su contrato y considere ir a otro lugar para encontrar nueva motivación.
Esta situación ha abierto la posibilidad de unirse a Mercedes, especialmente con la salida de Hamilton. Sin embargo, Toto Wolff tiene un problema con pilotos jóvenes como George Russell y Andrea Kimi Antonelli.
Una opción para Verstappen sería unirse a Aston Martin si Alonso dejara el equipo. Lawrence Stroll haría todo lo posible para ficharlo, y Aston se convertiría en el equipo oficial de Honda, lo que podría ser atractivo para Verstappen dado su respeto por el fabricante japonés.
En resumen, ya sea en Mercedes o en Aston, es probable que Verstappen esté considerando su futuro y estemos ante importantes noticias en las próximas semanas.
