El plan de Renault de suprimir su departamento de motores de Fórmula 1 ha sido recibido con desdén por parte de algunos trabajadores de la fábrica de Viry-Chatillon, situada a las afueras de París.
El CSE, Comité Económico y Social de la filial de motores de Alpine, había hecho una dura campaña para intentar persuadir al director general de Renault, Luca de Meo, de que no tirara la toalla.
Sin embargo, sus intentos han fracasado y Alpine utilizará motores Mercedes a partir de la temporada 2026.
Renault ha anunciado que la planta de Viry-Chatillon se centrará en futuras tecnologías que impliquen tanto a los coches de la marca Alpine como a los de Renault, mientras que el emplazamiento seguirá albergando una unidad de control de F1.
Había poca información sobre el cese de su actividad en la F1 en el comunicado de Renault y el CSE ha expresado su preocupación por la decisión de de Meo y afirma que “esta decisión a contracorriente hace que Alpine pierda su historia deportiva”.
En un comunicado se dice: “Todos los representantes del personal, que representan la voz de los empleados y una mayoría de las partes interesadas, lamentan y deploran la decisión de detener los motores de F1 en 2026.
“Esta elección está avalada por el grupo, que desea reducir el riesgo financiero que rodea a la F1, a pesar de que no se ha realizado ningún estudio serio para evaluar el impacto sobre las ventas futuras y el prestigio de la marca”.
“Las soluciones de asociación fueron rechazadas por el grupo, a pesar de que habrían permitido alcanzar varios objetivos: el mantenimiento de la actividad de la F1, la reducción de los costes de desarrollo y de explotación, el mantenimiento de todas las competencias y la posibilidad de llevar a la temporada 2026 un motor RE26 ya ampliamente desarrollado y prometedor.”
El CSE añade que le preocupan las propuestas relativas al personal de la fábrica de Viry-Chatillon, y cree que los bajos niveles de personal inhibirían el potencial regreso de Alpine como proveedor de motores a largo plazo.
El comunicado añadía: “La historia de la planta de Viry muestra que a menudo se han tomado decisiones contradictorias, y demuestra la importancia de mantener competencias altamente cualificadas para el futuro con el fin de dejar la puerta abierta a un regreso a la F1 cuando la reglamentación y el contexto financiero del accionista lo hagan más atractivo.”
El comunicado de CSE también afirma que le preocupa que el centro de Viry-Chatillon pase de 500 a 334 puestos de trabajo el 1 de enero y que se rescindan los contratos de muchos proveedores de servicios.
Cree que, a su vez, se perderán otros 100 puestos de trabajo indirectos entre los principales socios a finales de este año. Y afirma que se pondrá fin al Concurso de Excelencia en Mecánica Alpina, un programa de aprendizaje respaldado por el Gobierno que intenta crear igualdad de oportunidades y promover la diversidad.
En resumen, el comunicado del CSE concluye que “la falta de madurez de los proyectos presentados y la pérdida de confianza en la gestión suponen un riesgo importante de que salgan del centro de Viry competencias críticas”.
“A pesar de la agitación de los dos últimos meses, el equipo de Viry ha seguido desarrollando la potencia del motor 2026 de la que Alpine se está privando. Esta decisión a contracorriente hace que Alpine se pierda su historia deportiva.
“Por todas estas razones, los representantes del personal del CSE emitieron por unanimidad un dictamen desfavorable sobre el proyecto de transformación.
“Pedimos a los poderes públicos que defiendan la perennidad del empleo en el centro de Viry-Chatillon”.
