Audi, BMW, Jaguar, DS, Nissan, algunas de las marcas más importantes del mundo del motor ya forman parte de la parrilla eléctrica de la Fórmula E, pero a partir de la próxima temporada la sexta, llegará la más fuerte del automovilismo, de la competición, o al menos de la categoría principal: la Fórmula 1. Mercedes ya se prepara para desembarcar en el campeonato con toda la mochila de éxitos que tiene a sus espaldas y dispuesta a repetir logros en la FE, y lo hace mostrando un avance del que será su monoplaza.
Tonos oscuros, con una línea de azul eléctrico para destacar su marca EQ y su estrella de tres puntas replicada una y otra vez en los pontones y la zona posterior del chasis al estilo del W10, su hermano de la F1. Así es el diseño del Mercedes-Benz EQ Silver Arrow 01, o al menos de su avance, que sirve como “anticipo de la primera flecha plateada completamente eléctrica de Mercedes-Benz”, tal y como lo califica Gorden Wagener, el director de diseño Daimler AG. Un diseño que recuerda al del HWA, socio que ya compite como paso previa a su llegada.