Las principales diferencias estarían en la parte trasera del monoplaza, pues sería algo más estrecha que la versión anterior, por el frente pocos cambios, el alerón delantero similar al del pasado, la mitad trasera, podría ser mas estilizada.
Una tendencia que Red Bull y Mercedes han seguido recientemente en sus monoplazas y Ferrari también ha buscado sin tanto éxito: compactar al mínimo de la zona de radiadores, motor y caja de cambios, un trabajo complicado que puede hacer sufrir en ciertos circuitos de alta temperatura, pero con mucha ganancia.
El cuello de la llamada ‘botella de Coca-Cola’, es decir, la parte más próxima al eje trasero, perderá centímetros y por lo tanto superficie de resistencia al aire.
Parece que McLaren va a seguir esta tendencia en el nuevo MCL35, el nuevo coche de Carlos Sainz y Norris, que se presentará el próximo jueves 13 de febrero. Todo bajo un secretismo absoluto y sin pista sobre el coche, como suele ser costumbre, el propio Sainz, preguntado por este asunto, incluso intentó echar balones fuera.
El primer gran cambio en el diseño se apreció ya esta misma temporada, con un alargamiento de la distancia entre ejes, mayor rake (inclinación por elevación e la zona trasera) que sus antecesores y una gran toma de refrigeración superior (al estilo Red Bull) y una zona trasera más voluminosa que acabara con los problemas de sobrecalentamiento de 2018, unas reminiscencias de aquella ‘talla zero’ con el que intentaron meter ‘a martillazos’ el motor Honda en el chasis de 2015.
Este se pretende volver a una zaga compacta y eficiente para intentar luchar con los tres coches punteros, a pesar de contar con menos potencia real en carrera que Mercedes, Ferrari u Honda.
James Key intenta poner algo de luz en cuando e esos “cambios de concepto”, que inquietaban al hablar del coche que más había saltado en cuanto a calidad de la parrilla en 2019.
