Los puntos clave de la crisis económica de la Fórmula 1 por el Coronavirus

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Zak Brown declaró que la Fórmula 1 está en estado “crítico”,  admitiendo que hasta “4 equipos podrían acabar desapareciendo”. Todo ello, fruto de una situación de incertidumbre en la que tanto la FIA como Liberty Media lo tienen muy difícil para tomar decisiones con las que puedan salvar la competición y los equipos.

La Fórmula 1 debe reorganizar el calendario de 2020, con 7 pruebas aplazadas y la de Mónaco cancelada. Un total de 8 citas (probablemente más en las próximas semanas) de las 22 que estaban previstas para este año y ya se han visto afectadas en el que debía ser el curso más largo de la historia de la F1. Y en este momento, la tarea de reorganizar el curso y colocar el mayor número de carreras hasta final de año es una tarea muy compleja debido a que nadie es capaz de asegurar cuándo se podrá iniciar a correr sin peligro de contagios ante la Pandemia.

El virus esté en etapas distintas en todo el mundo y que cada gobierno tome decisiones diferentes, hace todavía más complicada esta tarea, esto genera muchas complicaciones en un paddock que se juntan 2000 personas de todo el mundo más los miles de aficionados que llenan las gradas de los GP, hay que unirle que países de América del Norte y Sudamérica se han visto afectados más tarde que en Asia y Europa, algo que podría hacer que sus carreras, ubicadas al final de temporada, también estuvieran en seria duda.

La incertidumbre y nervios son máximos puesto que el asegurar un campeonato con el mayor número de citas posibles es totalmente crucial para que la competición y los equipos puedan subsistir. Especialmente, los más pequeños, que están en gran riesgo pues sus ingresos dependen en gran medida de los premios que otorga la F1 al final de campaña, unos por posición en el campeonato y otros especiales e históricos.

Mas difícil es la situación si tenemos en cuenta que toda esta crisis llegó en el momento en que los conjuntos ya habían realizado la mayor parte de su inversión del curso con la creación de sus monoplazas de 2020, algo así como si una persona se compra un coche nuevo y lo tuviera que dejar en el garaje, sin poderlo amortizar, sin poder trabajar para costearse la vida. Y mucho más preocupante es el panorama si tenemos en cuenta a los centenares (en algunos casos miles) de nóminas de empleados a las que los equipos deberán hacer frente.

La mayoría de los equipos ya habrían realizado la mayor parte de las compras de billetes y hoteles de todas las carreras de este año. Así que un cambio sustancial en los planes supondrá en muchos casos un sobrecoste para todos debido a cancelaciones y compra de nuevos vuelos.

Hay que sumarle el debate que este lunes los equipos deberán encarar en una vidoconferencia conjunta. Estaba establecido que el techo presupuestario entraría en vigor en 2021 y que sería de 175 millones de dólares por cada equipo. Sin la crisis del coronavirus, era una reducción importante, pero claramente insuficiente, puesto que los conjuntos más modestos en sus actuales presupuestos no alcanzan ni mucho menos este dinero.

Después de aplazar la entrada en vigor de las nuevas reglas técnicas de la F1 de 2021 a 2022 , podrían volverse a aplazar para 2023. Y es que si ya muchos equipos podrían tener serias dificultades para continuar en la F1 en 2021, solo les faltaría tener que afrontar una inversión tan importante como la de la creación de un coche completamente nuevo para 2022.

Indudablemente, esta situación podría hacer que algunas firmas se planteen una salida de la F1, algo que empeoraría y mucho la situación del campeonato. Y es que cuantos menos coches en parrilla haya, menor será su valor de mercado.