Los coches de los pilotos fuera de pista en Silverstone

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El Gran Premio de Gran Bretaña también llevó espectáculo fuera de la pista con los coches de calle elegidos por los pilotos para llegar a Silverstone.

El cuarto Gran Premio de Gran Bretaña, ha dejado un montón de imágenes para el recuerdo. Dentro de la pista, por ejemplo, la victoria a tres ruedas de Lewis Hamilton y fuera, la detención de los ecologistas que se colaron en Silverstone. Precisamente de los alrededores de la pista es de lo que vamos a hablar en este artículo, en el que vamos a repasar algunos de los coches de calle en los que llegaron al trazado británico los pilotos.

En primer lugar, Carlos Sainz, que seguro que pudo recomponerse del pinchazo en la penúltima vuelta de la carrera mientras disfrutaba del rendimiento de su coche de empresa, un McLaren 600LT Spider. Valorado casi en 300.000 euros, este superdeportivo nacido en Woking es capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros/hora en 2,9 segundos y de alcanzar una velocidad punta de 328 kilómetros/hora gracias a su motor V8 biturbo de 3.8 litros y 600 caballos.

Otro de los que destacó en el paddock de Silverstone con su coche de calle fue Lando Norris. El compañero de Sainz llegó al volante de un McLaren GT, una de las últimas creaciones de la marca. Con un toque más elegante que sus ‘hermanos’, este modelo se impulsa gracias a un motor de 4.0 litros de gasolina biturbo con 620 caballos de potencia y un par máximo de 630 Newton metro. Acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 3,2 segundos y alcanza 326 kilómetros/hora de punta.

Más modesto es el coche de empresa que utiliza Daniel Ricciardo, un Renault Mégane R.S. Trophy que, no obstante, es capaz de dar muchas alegrías. Con su motor turbo de cuatro cilindros y 1.8 litros es capaz de entregar 300 caballos de potencia. Gracias a él acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 5,7 segundos. A pesar de ello, Daniel estará encantado de cambiar su vehículo oficial en 2021.

Por último nos topamos con Hamilton, que si bien no llegó al volante del Mercedes-AMG G 63, sí que ocupaba el asiento del copiloto. Es curioso que alguien tan preocupado por el medio ambiente como el actual campeón del mundo se deje ver en un vehículo que gasta oficialmente 15 litros a los 100 kilómetros.