Vettel está afrontando sus últimos meses como piloto de la Scuderia Ferrari antes de marcharse del equipo tras una extensa trayectoria en Maranello que es una realidad desde 2015. El cuatro veces campeón del mundo se marchará sin conseguir el gran objetivo que tenía con los italianos y era el de volver a la senda de los campeonatos, algo que no ocurre desde las temporadas 2007 y 2008, cuando consiguieron sus últimos títulos de piloto y constructores.
El cuatro veces campeón del mundo hablaba claramente ante la prensa desplazada al Gran Premio de Italia en Monza y aseguraba que este fin de semana no esperaba grandes cambios, por lo que les tocaba volver a sufrir, aunque en menor manera de lo que vieron en el pasado Gran Premio de Bélgica. Además, el piloto alemán es claro y asegura que pese a que el monoplaza de este año es una evolución del coche de 2019, ahora sufren en todo tras una serie de cambios que han establecido y no han tenido buen resultado.
“No voy a mentir, será un fin de semana muy difícil y no espero grandes cambios. Aunque en Spa estábamos peor de lo normal y debemos volver a lo normal. Estos circuitos nos harán daño por su naturaleza, pero haremos todo lo que podamos. Las expectativas son complicadas, especialmente en Monza. El coche de este año está basado en el del año pasado. Intentamos dar un paso adelante, pero ahora sufrimos con la potencia, con el agarre y con todo. Si me preguntan, contesto. Si no, puede que lo diga igualmente. Estoy abierto, estoy aquí para hacer mi trabajo y lo hago por el equipo y también por mí”, comenta Sebastian Vettel.