A finales de la semana pasada, la publicación alemana Auto Motor Und Sport informó de que Newey estaba dispuesto a abandonar la escudería campeona de la F1, tras haber indicado a sus colegas que ya no estaba contento con el ambiente de trabajo allí.
Ahora, tras las conversaciones con la escudería, se entiende que ha presentado formalmente su dimisión y la atención se centrará en los términos de su salida.
Se espera una declaración oficial de Red Bull Racing en breve, posiblemente antes del inicio de la actividad del Gran Premio de Miami.
Aunque se desconocen los detalles de la eventual separación, se prevé que Newey permanezca en su puesto por el momento antes de dejar Red Bull a principios de 2025 a más tardar.
Se entiende que Newey ha comunicado las razones de su decisión en una carta interna.
Se dice que un factor decisivo ha sido la ruptura de su relación con el jefe del equipo, Christian Horner, a raíz de la lucha de poder que tuvo lugar a principios de año tras las acusaciones vertidas contra él por una empleada.
Esto se produjo después de tensiones anteriores, incluida una entrevista publicada a finales del año pasado en la que Horner dijo que el papel de Newey había cambiado y que “el equipo técnico a sus órdenes, dirigido por Pierre Wache, está haciendo un trabajo maravilloso, por lo que no dependen de Adrian”.
Horner también ejemplificó que el Manchester United no se hundió cuando el delantero estrella Eric Cantona dejó el equipo.
Esa entrevista no sentó nada bien a Newey, que al parecer la percibió como un intento de Horner de darse importancia a sí mismo y minimizar la contribución de los demás al éxito del equipo.
La esposa de Newey, Amanda, incluso compartió la entrevista en Twitter y comentó: “Menudo montón de tonterías”.
No se sabe qué hará Newey después de Red Bull, aunque parece haber cinco opciones claras: Mercedes, Aston Martin, McLaren, Ferrari o alejarse por completo de la F1.
Un argumento en contra de Mercedes es que, al parecer, Newey cree que tardaría demasiado en poner el rumbo necesario para devolver al equipo a la senda de la victoria.
Tiene 65 años y no permanecerá en su próximo trabajo durante 19 años, como ocurrió en Red Bull. Además, no tiene muy buena opinión de Toto Wolff, jefe de Mercedes.
Lawrence Stroll está agitando su chequera en Aston Martin y Dan Fallows, un antiguo colega de Newey en Red Bull, ya está allí. Sin embargo, Newey ha ganado suficiente dinero en su carrera. Para él, se trata de hacer cosas que le gusten.
Se rumorea que Newey tiene sus reservas con Stroll Sr. y que, por tanto, no está considerando la atractiva oferta económica del canadiense. También porque no le gusta la idea de que Stroll pueda hacer subir el valor de mercado de Aston Martin con Newey como activo y luego quizás vender el equipo para obtener beneficios.
Newey ya trabajó para McLaren en el pasado, de 1997 a 2005, por lo que éste ya no sería un nuevo reto para él.
Se lleva muy bien con el director ejecutivo del equipo de Woking, Zak Brown, a nivel personal. Pero Newey duda de que el equipo pueda movilizar los recursos necesarios para triunfar en la Fórmula 1.
Queda Ferrari. No es ningún secreto que lo quieren allí, pero la cuestión clave es si querría o no el trastorno en su vida que supone trasladarse a Maranello y lidiar con el ambiente político dentro del equipo.