La FIA prepara polémicas sanciones por lenguaje vulgar

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Singapore (Singapore), 21/09/2024.- Dutch driver Max Verstappen of Red Bull Racing adjusts his helmet after coming in second during the qualifying for the Singapore Formula One Grand Prix at the Marina Bay Street Circuit, Singapore, 21 September 2024. The Singapore Formula One Grand Prix takes place on 22 September 2024. (Fórmula Uno, Singapur, Singapur) EFE/EPA/TOM WHITE

Max Verstappen fue el foco de todas las polémicas cuando recibió, durante la última campaña de Fórmula 1, una sanción histórica. Por su inexistente precedente y peligrosas consecuencias. El neerlandés fue castigado por la Federación Internacional antes de ser coronado campeón por utilizar lenguaje malsonante en una rueda de prensa previa a un Gran Premio. Fue en el jueves de Singapur, donde el de Red Bull describió como “jodido” su coche en Bakú, que había sido la cita de cuatro días antes. Jamás se había visto algo igual y Max tuvo que rendir servicios comunitarios en Ruanda. Ahí todavía no lo sabía (ni nadie), pero fue el principio de un cambio radical.

Porque la FIA, siempre en la picota, ha decidido endurecer de forma histórica sus multas a los pilotos. Se acabó el lenguaje malsonante y las descalificaciones a otros compañeros o comisarios. Será penalizado y las multas podrían cambiar campeonatos. Existen casos en los que conllevará pérdida de Mundiales. Hasta ahora se habían visto casos como el de 1997, donde Michael Schumacher fue excluido del campeonato tras su choque con Jacques Villeneuve en Jerez. Perdió el subcampeonato y tuvo que pasar por cursos de seguridad vial. Cosa que le encantaba al polémico Max Mosley, en aquel momento presidente de la FIA. “Un pecador reformado es el mejor altavoz y Michael tendrá mucho impacto entre los jóvenes”, decía el británico, uno de los personajes más truculentos de la historia del Gran Circo.

Sanciones históricas

La FIA de la actualidad es bastante diferente, pero no se cortará para sancionar. No permitirá, para empezar, que los pilotos descalifiquen a la propia federación. Y las infracciones serán castigadas siempre: la primera, con 40.000 euros. En la segunda, 80.000 y un mes de suspensión. La tercera será la máxima y alcanzará los 120.000, mes de suspensión real y pérdida de puntos en el Mundial. Ejemplos hay para regalar, como el “estúpidos idiotas” de Verstappen en Abu Dhabi tras tocar a Piastri.

La vara de medir en las descalificaciones seguirá subiendo porque también se relaciona con el lenguaje grosero. Pilotos como Leclerc o Verstappen recibieron multas y Mohammed ben Sulayem, presidente de la FIA, ya había dejado claro que ni le gustaba ni lo iba a permitir. Y en 2025 el lenguaje grosero será castigado. Ahí se incluyen lenguaje y signos ofensivos, insultantes, groseros, maleducados y abusivos.

Afectarán, también, al discurrir de las carreras. La FIA no permitirá protestas contra decisiones de los comisarios. Tampoco hacia los rivales, desde una cualquiera en carrera hasta las que podrían presentarse en conjunto. Falta por saber si se aplicará en el calor de la batalla, aunque las bases ya están sentadas y son más que duras.

Se enmarcan bajo la política de endurecimiento por parte de Ben Sulayem, que se mostró muy crítico. “Debemos diferenciar nuestro deporte del rap. No somos raperos. ¿Cuánto se dice la palabra f***? No somos eso”, dijo. Provocó respuesta de pilotos como Hamilton. “No me gusta la forma en expresarlo. Utiliza la palabra rapero como estereotipo. La mayoría de raperos son negros y, sutilmente, dice que no somos como ellos. La elección es incorrecta y tiene elementos racistas”, contó. Además, se espera respuesta de la GPDA, sindicato de pilotos, que ya dejaron claro su disconformidad con los criterios actuales.