La F1 reducirá en 2030 a cero su huella de CO2

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Los F1 utilizan motores híbridos desde 2014 y para 2030, el Mundial se marca el objetivo de reducir a cero su huella de carbono. Aún no se habla de electrificación ni se espera a medio plazo, pero el Gran Circo sí se plantea aunar las ventajas de la hibridación, con las unidades de potencia más eficientes de su generación, y los biocombustibles de origen vegetal. Pat Symonds, responsable técnico de la F1, explica la postura oficial frente a lo eléctrico: “Es cierto que la industria se mueve hacia los motores eléctricos, pero también es cierto que hoy en día, 1.000 millones de vehículos de los 1.100 millones que circulan por el mundo lo hacen con un motor de combustión. Hay un potencial enorme para reducir globalmente esas emisiones de carbono”.

“La potencia eléctrica es atractiva, pero aún es difícil aplicarla a gran escala. Con las tecnologías actuales un camión o una aeronave eléctricos no son factibles, aún se debe pensar en hidrocarburos”, subraya, “y de alguna forma tendremos que sintetizarlos, eso queremos en la Fórmula 1”.

Sólo la Fórmula E tiene derechos para organizar un campeonato de la FIA con monoplazas eléctricos y en la F1 se mantendrán las actuales especificaciones de motores al menos hasta 2025, combinando el clásico propulsor con un motor eléctrico térmico y otro cinético que aportan un extra de potencia a través de unas baterías.

Donde sí quiere marcar diferencias el Gran Circo es precisamente en eso, en todo lo que rodea a los coches. Para reducir a cero esa huella de carbono se plantean que desde 2025 todos los GGPP de la temporada sean cien por cien sostenibles sustituyendo plásticos de un solo uso por materiales reciclados, simplificando planes de viaje o desarrollando alternativas verdes para los circuitos.

Pioneros de lo híbrido, Audi ganó las 24 Horas de Le Mans en 2012 con un motor que combinaba diésel con electricidad en un prototipo de tracción total que bien podría liderar la clasificación oficiosa de los coches de carreras más complejos de la historia.

El Mundial de Resistencia (WEC) es híbrido desde entonces, pero no por mucho tiempo: a pesar de que afronta un ambicioso cambio normativo que recuperará a fabricantes históricos, para 2024 pretende incorporar motores de hidrógeno que, de nuevo, sirvan para abrir fronteras a la industria de la automoción. Su prototipo ya ha completado los primeros rodajes en los circuitos de Spa-Francorchamps o en La Sarthe, trazado de las 24H de Le Mans.