Este fin de semana se celebran en el mítico trazado estadounidense las 24 Horas de Daytona, la prueba de resistencia en la que Fernando Alonso participará con el equipo Wayne Taylor al volante de un Chevrolet.
Después de dejar la Fórmula 1, Alonso mantendrá su programa con Toyota en el WEC, además de participar en otras carreras, como estas 24 horas en las que ya participó el año pasado o las 500 Millas de Indianápolis que disputará en mayo
“Estoy muy contento de volver a Daytona. El año pasado disfruté mucho de la carrera”, aseguraba el español en los eventos previos al fin de semana.
“El rendimiento del equipo Wayne Taylor los últimos años, terminando en el podio casi siempre y ganando la carrera hace dos temporadas nos garantiza que podemos ser muy competitivos. El equipo tiene mucha experiencia en IMSA y en Daytona y estoy aprendiendo mucho junto a ellos y también de mis compañeros”, añadió el asturiano.
Alonso, que el año pasado corrió con un coche del equipo United Autosport, dispondrá este curso de un Cadillac.
“Estoy contento de poder pilotar el Cadillac en Daytona y ojalá que terminemos bien. Me siento en una posición mucho mejor que el año pasado. Fue mi primera vez en una carrera de resistencia en EEUU y mi primera experiencia con una cabina cerrada. Este año estoy listo para disfrutar un poco más y poder usar mi experiencia en el WEC”.
La experiencia en las carreras americanas ha cambiado la percepción, en el último año de Alonso en el trato con los aficionados, como pudimos comprobar en su último año en la F1.
“Esta carrera fue una gran experiencia con los fans y lo cerca que están de nosotros. Todo es mucho más abierto que las carreras que en Europa. El objetivo este año es ser más competitivos en esta pista y estoy seguro de que lo vamos a ser, con el Konica Minolta Cadillac y con el equipo Wayne Taylor Racing estoy seguro de ello”, dijo esperanzado.
Alonso disputará este año su primera carrera en el IMSA, pero inmediatamente deberá cambiar de chip para volver al WEC con Toyota.
“Cambiar de coche cada fin de semana es un reto. Todos son distintos y requieren de diferentes estilos de pilotaje, de preparación y diferentes filosofías de correr. En la F1 los más importante es la crono y la primera vuelta, la salida, la primera curva. Aquí es más importante la regularidad, la gestión del tráfico, mantener el coche a salvo las dos últimas horas, son enfoques diferentes”, ilustró.
Una actividad frenética que el asturiano busca como parte de la motivación para seguir en activo al máximo nivel.
“Es un reto, pero es parte del proceso, en una o dos sesiones ya estás listo para las 24 horas. El ambiente en el equipo, el éxito que han tenido en el pasado, su profesionalidad, cómo preparan cada sesión en la pista y como trabajan en la preparación las semanas anteriores, me hacer tener más confianza y ser más competitivo”.
Alonso está seguro de llegar este año a Daytona preparado, con el coche adecuado y en el equipo, junto a Renger Van Der Zande, Jordan Taylor, y Kamui Kobayashiy, justo para aspirar a lo máximo.
“Los objetivos son ambiciosos este año pero al mismo tiempo, ya sé como funcionan estas carreras de 24 horas y lo difícil que es predecir lo que puede pasar. A veces te sientes deprimido y frustrado con lo que pasa en la pista, con el tráfico, con un montón de cosas. Sólo tenemos que estar tranquilos y ejecutar la carrera lo mejor que podamos y ver que sucede. Incluso aunque las expectativas sean altas, 24 horas es mucho tiempo”.