En el año 2014, Max Verstappen, recién llegado a la escena de la Fórmula 1, participó por primera vez en una sesión de fin de semana de Gran Premio durante los entrenamientos libres del Gran Premio de Japón. Su debut en la FP1 con Toro Rosso anticipaba la relación especial que el piloto desarrollaría con ese país.
El tres veces campeón del mundo no solo conquistó tres títulos con motores Honda, sino que también aseguró su segundo campeonato de pilotos en Suzuka en 2022, en medio de la confusión generada por la lluvia y la asignación de puntos en una carrera.
Sin embargo, la historia comenzó verdaderamente en agosto de 2014, cuando en la emisora de televisión Servus de Red Bull Racing se anunció que el entonces tímido Verstappen, de tan solo 16 años, sería el piloto titular de Toro Rosso para la temporada 2015, apareciendo con las manos en los bolsillos y un atuendo austriaco que le hizo llevar Red Bull.
Este sorpresivo anuncio generó rápidas críticas de analistas y competidores en todo el paddock.
“Prácticamente todo el mundo nos tachó de locos y nos criticaron por diferentes motivos”, expresó Helmut Marko, asesor de Red Bull, a Motorsport.com. “Incluso la FIA fue lo suficientemente insensata como para modificar todo el sistema de licencias para impedir que alguien debutara tan joven”.
A pesar de las críticas, para Marko, tras la temporada 2014 de Fórmula 3, y específicamente después del fin de semana en Norisring, estaba claro que valía la pena apostar por Verstappen.
El austriaco presenció de cerca las impresionantes actuaciones de Verstappen en un circuito urbano alemán bajo la lluvia, lo que lo llevó a concluir que era imperativo asegurarse los servicios del joven holandés.
“Tuvimos una conversación en Graz durante una hora y media, y mi conclusión fue: ‘aquí hay un cuerpo muy joven pero mentalmente tres o cinco años más maduro'”, afirmó Marko.
Toto Wolff de Mercedes llegó a una conclusión similar. Ambas marcas compitieron por obtener los servicios de Verstappen, pero Mercedes no podía garantizarle un asiento directo en la Fórmula 1, algo que Red Bull podía ofrecer a través de su equipo junior, Toro Rosso.
Esta situación facilitó la elección para la trinidad formada por Verstappen, su padre Jos y su mánager Raymond Vermeulen. Se firmaron los contratos y se planificó la presentación, mientras que el programa de preparación intensiva de Verstappen comenzó con pruebas privadas en Rockingham y Adria, cuando aún tenía 16 años.
Lejos de los reflectores, Verstappen progresaba lo suficiente como para enfrentarse a su debut ante el mundo entero. Con tan solo 17 años y tres días, Verstappen hizo su primera aparición en una sesión de entrenamientos libres el 3 de octubre de 2014 en Suzuka.
“Vivimos ese primer entrenamiento en Japón como una prueba definitiva para Max”, explicó Marko. “Suzuka es uno de los circuitos más desafiantes del calendario para los pilotos jóvenes, y nos brindó una excelente oportunidad para evaluar cómo se desenvolvería Max en condiciones difíciles”.
En un fin de semana marcado por el trágico accidente de Jules Bianchi, Verstappen manejó su participación en la FP1 con determinación. Sin embargo, su sesión se vio truncada prematuramente debido a un problema en su Toro Rosso.
“Recuerdo claramente que al final de la sesión, había llamas saliendo de mi coche, así que todo salió bien”, recordó Verstappen con humor. “Pero, hablando en serio, fue una buena sesión. No fue fácil debutar en la F1 directamente en Suzuka, pero Red Bull estaba ansioso por que así fuera”.
“Cuando salí a la pista por primera vez, me sorprendió la repentina potencia del coche. Fue un verdadero shock para mí, todo era mucho más intenso de lo que estaba acostumbrado”.
“Al principio fue abrumador, pero me adapté rápidamente. No tomé riesgos innecesarios; simplemente estaba tratando de entender el coche. Dado mi escasa experiencia, mi principal objetivo era aprender cómo se sentía conducir un monoplaza de F1”.
Verstappen respaldó su actuación en Japón con otra sólida FP1 en Interlagos, donde captó la atención con una impresionante maniobra para recuperar el control de su Toro Rosso después de perderlo momentáneamente.
La forma en que manejó esa situación impresionó a Graham Watson, entonces director del equipo Toro Rosso, quien recordó: “Max no es arrogante, pero como su padre, irradia confianza en sí mismo. Lo vi por primera vez en Brasil, cuando casi pierde el control del coche durante los entrenamientos. Normalmente, un piloto joven se habría alterado ante esa situación, pero Max logró mantener el coche bajo control y, en la siguiente vuelta, marcó su mejor tiempo”.
“Debemos recordar que Max estaba conduciendo nuestro coche para el fin de semana. Si hubiera tenido un accidente grave, habríamos tenido un problema con nuestros pilotos titulares. Sin embargo, incluso a esa edad, nunca dudé de que Max pudiera manejar la situación”.
“Es difícil describir con palabras exactas lo que sentí en ese momento, pero desde entonces supe que Max sería especial”.
Marko también compartió esta opinión en aquel momento, declarando: “Max es un talento excepcional que emerge una vez cada década. Ha estado conduciendo profesionalmente desde los cuatro años, así que, a pesar de su juventud, tiene una experiencia considerable. No estamos jugando a la ruleta rusa al darle la oportunidad de debutar tan pronto”.
Una década después, no hace falta decir que las predicciones de Marko se hicieron realidad, e incluso se quedaron cortas.
Verstappen se ha convertido en el piloto más joven en puntuar en la F1, el más joven en ganar carreras y ocupa el tercer lugar en la lista histórica de victorias. Con tres campeonatos mundiales en su haber, es muy probable que en 2024 conquiste su cuarto.
Al mirar hacia atrás y recordar al niño que era en 2014, Verstappen siente que no ha cambiado tanto.
“No creo que haya mejorado necesariamente mucho en los últimos años. También sería extraño encontrar dos o tres décimas por vuelta en esta etapa de mi carrera”, comentó.
“Sin embargo, al haber experimentado muchas cosas desde entonces, manejo mejor las situaciones cuando vuelvo a encontrarme con ellas. Sé mejor cómo estructurar un fin de semana de carrera y estoy más relajado en muchos aspectos”.
“Al principio, todo era nuevo; la experiencia te hace más completo”.
Diez años después de su espectacular debut, Verstappen es uno de los favoritos para lograr una tercera victoria consecutiva este fin de semana en el Gran Premio de Japón en Suzuka, el lugar donde comenzó su viaje en la Fórmula 1.
