DAYTONA.- Joe Gibbs dijo que su difunto hijo, J.D., “vive en nosotros” y el domingo Denny Hamlin lo llevó al Victory Lane de las 500 Millas de Daytona.
En el tiempo extra, Hamlin, con el nombre de J.D. Gibbs en el Toyota No. 11 de Hamlin, superó la presión de su compañero de equipo en el Joe Gibbs Racing, Kyle Busch, en tiempo extra para ganar la edición 61 del Daytona 500.
Es la segunda victoria de Hamlin en las 500, pero también termina su racha de 47 carreras sin triunfos en la Serie de la Copa NASCAR de Monster Energy que se remontaba a septiembre de 2017.
Erik Jones terminó tercero, Joey Logano fue cuarto y Michael McDowell completó a los cinco primeros.Completaron el Top 10 estaban Ty Dillon, Kyle Larson, Ryan Preece, Jimmie Johnson y Ross Chastain.
Hamlin supo mantener la calma en una competencia condicionada por 11 banderas amarillas y con duración de cuatro horas y 45 minutos.
En la accidentada competencia sólo terminaron 20 de los 40 participantes que iniciaron.
Buena parte del resultado de la carrera se marcó a 10 vueltas del final, cuando un toque entre Matt Dibenedetto y Paul Menard provocó un Big One que involucró a 22 bólidos. Aunque los primeros cinco lugares en ese momento no resultaron afectados, la conformación del Top 10 se modificó significativamente.
El piloto mexicano Daniel Suárez cumplió una desafortunada jornada en la que la mala fortuna le impidió terminar la carrera.
Durante la etapa uno, hizo notar que venía con un buen auto, al finalizarla en el cuarto sitio. En la segunda, repitió dentro de los primeros 10, al terminar octavo.
Suárez llegó a las últimas 10 vueltas de la Daytona 500 peleando por meterse en el Top 10, pero no pudo evitar involucrarse en el Big One provocado por DiBenedetto, con lo que terminó su participación con las manos vacías.
“Estábamos buscando pasar al frente, el carro estaba de maravilla,. Sabía que se podría presentar una bandera roja, hubiera querido no verme involucrado, pero desaforadamente no pude evitarlo”, comentó Suárez en entrevista con Fox Sports.