El equipo Suzuki de MotoGP confirmó la salida de Davide Brivio, su hasta ahora Team Manager, que pasará a ejercer de CEO en la escudería Alpine de Fórmula 1.
Hasta este momento, ni el constructor de Hamamatsu ni tampoco el francés habían confirmado la maniobra del italiano, la pieza clave del organigrama que hizo posible la vuelta de Suzuki al Mundial de MotoGP (2015), y que culminó la temporada pasada con el título obtenido por Joan Mir.
Se espera, que Alpine haga oficial en las próximas horas la llegada de Brivio a la F1, un fichaje hecho directamente por Luca de Meo, presidente del grupo Renault, con quien Brivio ya coincidió en su época en Yamaha –De Meo ocupaba entonces el cargo de responsable de marketing de FIAT, patrocinador de la estructura oficial de la marca de los diapasones–.
La noticia del adiós del Team Manager tomó a contramano a la cúpula ejecutiva de Suzuki, que todavía no se ha sentado a reorganizar su estructura en MotoGP. En el comunicado oficial mandado este jueves, Brivio no da ningún detalle acerca de su inminente desembarco en la F1, aunque reconoce que está ante un reto mayúsculo.
“Un nuevo reto profesional y una gran oportunidad se presentaron de repente delante de mí y finalmente decidí aceptar. Ha sido una decisión muy difícil. Lo más duro de todo será dejar a este fabuloso grupo de gente con el que he trabajado desde que Suzuki se comprometió a regresar al campeonato (2013)”, declara Brivio en el comunicado.
“Me siento triste desde este punto de vista, pero al mismo tiempo también siento una gran motivación por este nuevo desafío. Esa fue la clave cuando tuve que decidir si renovar mi contrato con Suzuki o comenzar una nueva experiencia completamente distinta”, agrega el ejecutivo, que en estos momentos se encuentra en Dubái, donde tiene fijada su residencia.
“Lograr el título de MotoGP es algo que permanecerá para siempre en los libros de historia de la compañía, y que tendrá un lugar muy especial en mi memoria”.
La incredulidad fue la sensación más extendida entre los miembros del fabricante japonés cuando hace unos días se enteraron de la noticia.
“Sinceramente, la información acerca de la salida de Davide fue un shock para nosotros. Es como si alguien se llevara algo de mí, porque en todo momento he discutido con él los planes de desarrollo del equipo y la moto”, destaca Shinichi Sahara, el líder del proyecto en MotoGP, en el mismo comunicado.
“En 2020 conseguimos grandes resultados a pesar de una situación tan inusual y difícil como la que provocó la COVID-19. Y 2021 será incluso más importante para nosotros porque trataremos de mantener esa inercia. Ahora estamos tratando de encontrar la mejor forma de cubrir la pérdida de Davide. Por suerte, en la mayoría de ocasiones mis opiniones coincidían con las suyas, así que no creo que sea demasiado complicado mantener la dirección hacia la que la escudería debe dirigirse”, cierra el ingeniero.