La factura de 2.5 millones de euros por daños en accidentes de Ferrari en lo que va de temporada pone sobre la mesa un posible replanteamiento del límite de costes en la F1.
Los principales equipos de la F1 se han enfrentado a un gran quebradero de cabeza este año al intentar recortar sus gastos para situarse por debajo del límite de costes de 145 millones de dólares (170 millones de euros) introducido.
Tanto Mercedes como Red Bull hablaron de lo doloroso que fue despedir al personal que ya no podían mantener durante el invierno.
Pero a medida que ha avanzado la temporada, ha aumentado la preocupación entre los equipos por las complicaciones a las que se enfrentan a la hora de pagar los daños inesperados.
El accidente de Valtteri Bottas en Imola hizo temer a Mercedes que tuviera que recortar las actualizaciones de desarrollo, mientras que Red Bull mostró su descontento por los 1.8 millones de dólares de factura de la reparación que tuvo que afrontar por el accidente de Max Verstappen en el Gran Premio de Gran Bretaña.
El director del equipo Ferrari, Mattia Binotto, sugirió después del GP de Hungría, cuando Charles Leclerc fue sacado por Lance Stroll en la primera curva, que los equipos cuyos pilotos son culpables de provocar el choque deberían pagar los daños causados.
Aunque no todos los equipos están de acuerdo en que ese escenario sea realista, Binotto cree que hay motivos justificados para que al menos los equipos y los jefes de la F1 se reúnan y hablen de ello.
Binotto dice que revisando las facturas de la primera mitad de 2021, Ferrari ha pagado 2.5 millones de euros en daños, lo que muestra el margen de maniobra que hay que incorporar a los presupuestos hoy en día para imprevistos.
“Son daños globales, y a veces podemos provocarlos nosotros mismos, así que no son [solo] otros equipos los que dañan”, explicó Binotto.
“Ahora, obviamente, se está discutiendo mucho que si hay un accidente, un piloto es culpable y tú no eres culpable, si te han dañado, entonces ¿deberías estar exento del límite del presupuesto?”.
“Creo que es sin duda un punto importante, porque la razón por la que he mencionado los 2.5 millones de euros es para mostrar que en general los daños pueden ser significativos. Así que, ¿deberíamos considerar algún tipo de regulación diferente en esos casos?”.
“Creo que ciertamente hay mérito para ello. No hay soluciones obvias, pero es algo que sin duda discutiremos con la FIA, la F1 y los equipos en las próximas semanas, posiblemente para abordarlo y ver si hay alguna solución para el futuro”.
Más allá del coste de los daños, también hay un nuevo debate sobre si los equipos deberían quedar exentos de las penalizaciones en la parrilla si sufren daños en el motor como resultado de las acciones de otro piloto y se ven obligados a montar una nueva unidad de potencia”.
Leclerc perdió su segunda unidad de potencia del año después de que un descontrolado Stroll lo arrollara en la primera curva del Gran Premio de Hungría.
Binotto cree que hay motivos para discutir un posible cambio aquí también, aunque sería muy complicado de resolver.
“No hay una solución clara”, señaló. “Si dañamos un motor, como en nuestro caso en Hungría, era un motor que todavía tenía previsto uso pero no era nuevo”.
“Al sustituirlo, montas algo nuevo, así que no lo haces para el mismo kilometraje y la misma vida útil. Así que es complicado”.
“Se habla de una nueva reducción en 2025, pasar de tres motores a dos [por temporada], así que está claro que cuantos menos motores haya, más importante es el tema”.
“Discutiremos con todos los demás equipos y con la FIA, porque es un tema actual, sacado a la luz por varias fuentes, y por lo tanto merece ser explorado. Pero no creo que haya una solución fácil”.