La previa del regreso de la F1 a la actividad con el Gran Premio de Estados Unidos en Austin ha estado marcada por la controversia en torno a que trascendió que un equipo contaba con un dispositivo para modificar la altura de la quilla delantera y que podría haberlo utilizado entre clasificación y carrera durante la temporada, algo que está prohibido en el reglamento.
Red Bull confirmó el jueves que era la escudería en cuestión, pero ha negado haber hecho nada fuera de las normas e insistió en que el dispositivo que ha surgido como central en este asunto no puede ser alterado una vez que el coche está montado.
Después de esta comunicación por parte del equipo de Milton Keynes, Sergio Pérez enfrentó los micrófonos ante los medios en el Circuito de las Américas y remarcó que el dispositivo no fue utilizado.
“No ha habido nada que estuviéramos haciendo. De hecho, nunca hemos hablado de ello. Era imposible”, respondió ante la pregunta de qué se había hablado en Red Bull sobre el tema.
“En todo caso, por ejemplo recuerdo aquí que el año pasado fue un evento sprint, así que terminamos con la altura de conducción en la luna, estaba completamente fuera porque estábamos preocupados por algo como lo que pasó a Mercedes (y Ferrari) que podría suceder a nosotros”, agregó en relación a la descalificación que sufrieron ambos equipos por un desgaste excesivo en la plancha inferior de los coches de Lewis Hamilton y Charles Leclerc.
“Sabía que existía, pero no estaba a nuestra disposición”, continuó el piloto mexicano, quien también descartó que Red Bull pueda sufrir una pérdida de rendimiento ahora que el tema salió a la luz: “No, no. Cero”.
La controversia en torno a Red Bull llega después que en el Gran Premio de Singapur, ronda anterior de la F1, se pusiera sobre la mesa el llamado ‘mini-DRS’ de McLaren, lo cual llevó al equipo de Woking a realizar cambios en su alerón trasero.
Al ser consultado qué pensaba sobre estas situaciones en un momento en que están en juego los campeonatos de pilotos y constructores entre Red Bull y McLaren, Pérez respondió: “Creo que corresponde a la FIA trazar una línea sobre si es legal o ilegal, y ellos son los que controlan el deporte, así que al final son ellos los que deciden”.
“Todos los equipos se miran más unos a otros que la FIA a los coches, así que es una lucha intensa”, finalizó el piloto de Guadalajara.