Chase Elliott dominó el Cook Out Clash en el Bowman Gray Stadium

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Chase Elliott, portando el legado de una de las familias más históricas de NASCAR, escribió su propio capítulo en la historia este domingo en Winston-Salem, Carolina del Norte. El siete veces ganador del premio al Piloto Más Popular dominó el Cook Out Clash en el Bowman Gray Stadium, en el primer evento de la NASCAR Cup Series en esta pista desde 1971.

Desde que el Chevrolet No. 9 de NAPA Auto Parts llegó a la pista, Elliott demostró un ritmo impresionante. Obtuvo la pole position tras marcar el tiempo más rápido en la clasificación del sábado y luego consolidó su favoritismo con una actuación dominante en su heat race de 25 vueltas.

En la carrera principal de 200 vueltas, Elliott mantuvo el control a pesar de los desafíos de Denny Hamlin y Tyler Reddick, quienes lideraron brevemente en la mitad de la carrera. Un error de Hamlin en un reinicio permitió a Elliott recuperar la punta y, desde allí, defendió su posición con maestría, resistiendo la presión de Ryan Blaney en las últimas vueltas.

“Fue una carrera dura”, admitió Elliott después de la victoria. “Ryan [Blaney] me mantuvo alerta al final. Denny [Hamlin] era muy rápido, pero logramos controlar la carrera y mantenernos al frente”.

Blaney, quien tuvo que usar una provisional para clasificar tras malos resultados en su heat race y en la Last Chance Qualifier, terminó segundo, destacando la competitividad de su coche. Hamlin completó el podio en tercer lugar, seguido por Joey Logano y Bubba Wallace.

El evento, aunque histórico, no alcanzó el nivel de caos esperado en el famoso “Madhouse” de Bowman Gray. Aunque hubo contacto entre los pilotos, no se desataron mayores conflictos, resultando en una carrera relativamente limpia.

Con esta victoria, Elliott no solo reafirma su talento, sino que también marca un hito en su carrera. Ahora, la NASCAR Cup Series se prepara para el inicio oficial de la temporada con la Speedweek en Daytona, que comenzará el miércoles 12 de febrero.