Álex Palou es el campeón de la IndyCar 2024. El piloto español del equipo Ganassi ha sellado hoy, con un 11º puesto en el Nashville Superspeedway de Tennessee (suficiente ante la temprana debacle de Will Power), su tercer título en la máxima competición de monoplazas de Estados Unidos.
Su logro no debe pasar desapercibido pese a que haya dominado prácticamente toda la temporada, porque el barcelonés ha conseguido algo poco común en los últmos años en IndyCar.
Si el año pasado rompió una tendencia de casi dos décadas (ganar el campeonato antes de la carrera final), en este ha conseguido algo inédito desde hace casi tres lustros: repetir título durante dos años consecutivos (no se lograba desde las temporadas 2009-2010 cuando lo hizo Dario Franchitti, que después sumaría un tercero consecutivo en 2011, encadenando cuatro en cinco años… hazaña a la que el año que viene podrá aspirar el catalán).
Palou es, además, el segundo piloto más joven en la historia de la IndyCar en lograr tres campeonatos de monoplazas en América. A sus 27 años, cinco meses y 14 días, sólo Sam Hornish Jr. lo hizo con menos edad (tres meses menos)… aunque el estadounidense necesitó competir siete temporadas en EE. UU. para conseguirlo.
Campeón sin estrés
Palou lo ha logrado sufriendo quizá más de lo esperado en este últmo tramo de la temporada (diseñado especialmente para complicarle el título con cuatro ovales en las cinco citas finales) pero, curiosamente, con más tranquilidad de la esperada en la carrera final.
Porque en la vuelta 12, 194 antes de lo esperado, Palou ya tenía virtualmente ceñida la corona en su cabeza. Justo en el momento en el que su principal rival, el australiano Will Power, entraba en pits con los cinturones sueltos. Un error (o una mala suerte) de campeonato que le costaba perder cinco vueltas y, con ello, el título -recordemos que necesitaba acabar en el podio como mínimo para tener alguna opción.
Para entonces Palou ya había hecho parte de su trabajo, recuperando 10 posiciones (rodaba 14º pese a salir 24º). Y antes de la primera parada, seguramente espoleado porque ya se sabía campeón, siguió remontando hasta el momento de su primera parada, que realizó en la novena posición.
El español quería intentar acabar a lo grande, ganando su primera carrera en óvalo… pero se le complicó con una amarilla a las pocas vueltas de reintegrarse a la pista que le hizo perder vuelta con el grupo de cabeza, beneficiados por parar bajo bandera amarilla.
Las siguiente caution no le permitió ganar esa vuelta para poder intentar un mejor resultado (lo impidió Rossi quedándose en pista) pero en la tercera Palou pudo volver a la vuelta del líder (en el puesto 12) y darse el gustazo de competir las últimas 50 vueltas por otro buen resultado.
Finalmente escaló hasta el undécimo, una posición que podría haberle dado el título incluso aunque Power hubiese ganado la carrera (una cuestión de honor). No pudo ganar, pero el premio mayor ya estaba en el bolsillo… y siempre es bueno que quede algún reto abierto para el campeonato 2025…
La última victoria del año fue para Colton Herta. El californiano, con residencia en Nashville, logró -él sí- su primer triunfo en un óvalo. Pero el gran ganador es un joven español, de 27 años… que apunta a batir muchos récords, algunos históricos, en la IndyCar.