Públicamente no ha dicho nada al respecto de lo que publicaba ayer el periódico “Corriere della Sera”. Fernando Alonso parecía hace días que cerraba la puerta de la Fórmula 1 y que no tenía intención de cruzarla de nuevo desde que lo hizo por última vez en el GP de Abu Dhabi de 2018 con McLaren.
Cuando parecía que sólo iba a seguir la F1 desde la barrera, ahora desde Italia apuntan a que el asturiano se ha ofrecido a Red Bull, a pilotar uno de sus monoplazas, el que peor rendimiento está teniendo en las once carreras disputadas. Es decir, Pierre Gasly. Sexto en la clasificación general provisional con 27 puntos, está lejos del rendimiento de su compañero en el monoplaza energético, Verstappen, con dos victorias y cuatro podios.
Gasly llegó a RedBull para ocupar el volante de Ricciardo, hoy en Renault y, pese a que sus resultados no han sido los deseados hasta ahora, el máximo responsable de la escudería Helmut Malko le mostró su apoyo al declarar que “seguiremos apoyando a Gasly hasta final de temporada”.
Y no sólo el bicampeón mundial de la F1 se habría ofrecido a Red Bull, sino que el cambio de piloto podría producirse en lo que queda de campaña. A priori, y después de todo lo que se ha escrito al respecto del ovetense en el circo de la F1, su llegada se antoja complicada: por el motor Honda que impulsa a los Red Bull en una historia que Alonso no quiso escribir hace tiempo al considerar nulas las opciones de ganar una carrera para los Milton Keynes.