La carrera deportiva de Ericsson dio un giro de 180 grados a finales de 2018. Tras cinco años en la categoría reina del automovilismo, la llegada de Antonio Giovinazzi y el intercambio Leclerc-Räikkönen le dejaron fuera del nuevo equipo Alfa Romeo.
El sueco, puso rumbo entonces hacia Estados Unidos donde ha descubierto una categoría con emoción prácticamente en todas las carreras. Por ello, no ha dudado en alabar a la IndyCar pese a que apenas lleva unos meses allí.
“Éstas son las verdaderas carreras. Ir detrás de otro coche es un millón de veces más fácil que en la Fórmula 1”, comentó Marcus. En cuanto a rendimiento, los monoplazas de Fórmula 1 son considerablemente más rápidos – 15 segundos de diferencia en un circuito como el de Austin –. De hecho, Marcus asegura que es lo único que ha llegado a echar de menos, pero sólo cuando está solo en la pista.
“Únicamente si conduces solo, puedes echar de menos el rendimiento de un F1, tienen mucha más potencia y carga aerodinámica”, agregó el de Schmidt Peterson Motorsports.
A pesar de esto presionó para seguir en contacto con la Fórmula 1 a modo de test con Alfa Romeo, donde aún lleva a cabo la labor de piloto reserva.