El triunfo de Max Verstappen, una despedida a la racha de victorias para Mercedes.

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Verstappen conquistó el GP de Austria por segundo año consecutivo ayer para que Red Bull pusiera fin a la racha invicta que la escudería Mercedes mantenía en la presente temporada de la Fórmula Uno.

El piloto se recuperó de un mal arranque para abrirse paso hasta el frente del grupo desde el octavo lugar y rebasó al líder Charles Leclerc, de Ferrari, a tan sólo tres vueltas de la meta.

“El inicio fue decepcionante, pero nunca nos rendimos y remontar de esta manera es asombroso”, dijo Verstappen. Sin embargo, el piloto tuvo que esperar más de tres horas para que su victoria fuera confirmada. Los jueces de la carrera analizaron la maniobra realizada por el holandés al rebasar a Leclerc dado que los neumáticos de sus autos hicieron contacto en un duelo que pocas veces se ha visto en fechas recientes de la categoría.

Partiendo de la pole por segunda vez en su carrera, Leclerc lideró durante la mayor parte de la competencia, pero se quedó cerca de su primera victoria. Leclerc y Verstappen iniciaron la carrera en 1-2 y, con un promedio de edad de 21 años y 265 días, se convirtieron en la dupla más joven en formar en la primera fila de la parrilla.

Leclerc resistió un intento de Verstappen en la vuelta 66, pero no pudo contenerlo de nuevo en el giro 68. Los autos llegaron a la tercera curva uno al lado del otro cuando los neumáticos hicieron contacto. “La segunda vez yo frené un poco más en la esquina. Desde mi perspectiva, esto es competir, sólo es una dura competencia”, indicó Verstappen.

Bottas, completó el podio, al cruzar delante del alemán Sebastian Vettel, de Ferrari, y del líder del campeonato Lewis Hamilton, quien arrancó en el cuarto sitio del emparrillado y perdió tiempo en la reparación de su alero frontal luego de 31 vueltas y llegó en la quinta posición.