Un día como hoy, pero de 2011, el circuito de Sepang era testigo de una gran tragedia. El mundo del deporte motor, se vestía de luto tras la muerte de uno de los pilotos más carismáticos y controversiales de la época, Marco Simoncelli.
Durante la segunda vuelta del Gran Premio de Malasia, Marco perdió el control de su Honda #58, al caer, se llevó con él al piloto Collin Edwards, Valentino Rossi pudo evitar la colisión. Collin inmediatamente se levanto y al ver la trágica escena de su compañero tirado en el suelo, no pudo reaccionar. El golpe fue tan fuerte que el casco del piloto salió volando.
Tras el incidente, la bandera roja ondeó en pista, los pilotos lucían incrédulos ante la noticia del fallecimiento del italiano. El más afectado fue Valentino Rossi, quien consideraba a Simoncelli como su hermano pequeño.
Simoncelli solo tenía 24 años de edad, llegó a la máxima categoría de las dos ruedas en 2010 junto al equipo Honda, consiguió 14 victorias, 30 pódiums y 13 Pole Positions a lo largo de su carrera profesional. Una semana antes de su muerte consiguió lo que fue su mejor resultado en MotoGP, un segundo lugar en el Gran Premio de Australia.
Marco siempre fue criticado por muchos de sus compañeros debido a su estilo de pilotaje, algunos de sus enfrentamientos más controversiales fueron con sus compatriotas, Álvaro Bautista, Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa.
En 2017, su familia regresó por primera vez a la pista de Sepang, junto a varios de los pilotos caminaron hasta el lugar del accidente, su padre dejó un ramo de flores en su honor y regó el árbol que se sembró en nombre de su hijo.
Ese año, una fanática del piloto le entrego a los padres el guante izquierdo de Marco, mismo que compró a uno de los oficiales de pista que estuvo presente aquel día y que quiso sacar ventaja de la tragedia. La familia no pudo contener las lagrimas, ya que a pesar de lo difícil que fue regresar a ese lugar, ahora tienen completo el último traje de su hijo.
Se creía que Marco Simoncelli llegaría a ser el sucesor de Valentino Rossi.