En solo 46 semanas, Red Bull Racing exhibirá oficialmente el logotipo de Ford en su monoplaza, marcando el inicio de su alianza con la histórica marca estadounidense. Esta colaboración traerá consigo una unidad de potencia completamente nueva, adaptada a las regulaciones de la F1 para 2026, que incluyen cambios significativos en chasis y motores.
A pesar del desafío, Christian Horner, director de Red Bull Racing, se muestra optimista sobre el progreso del proyecto. En una conversación con Motorsport.com, durante un evento de Ford en Charlotte, Carolina del Norte, compartió detalles clave sobre el desarrollo de la unidad de potencia.
Una alianza estratégica para competir al más alto nivel
“La colaboración ha sido fantástica”, comentó Horner. “Nuestra mayor preocupación era la falta de experiencia en comparación con fabricantes como Ferrari o Mercedes. Pero esta asociación con Ford ha sido clave: nos ha aportado conocimiento y entusiasmo en todos los departamentos, permitiéndonos estar al nivel de nuestros competidores.”
Red Bull cuenta con un equipo de alto nivel, socios estratégicos como ExxonMobil y una infraestructura avanzada. Sin embargo, Horner reconoce que la experiencia en el desarrollo de motores es un reto.
“Tenemos la fuerza, el talento y los recursos, pero no la experiencia. Ford nos aporta ese conocimiento en motores de combustión y electrificación. Aún tenemos una montaña por escalar, pero estamos bien preparados.”
El combustible como diferenciador clave
Uno de los mayores desafíos del proyecto es el desarrollo de un combustible 100 % sintético, en línea con las nuevas regulaciones de la F1. Crear un combustible con mayor densidad energética será fundamental para maximizar la potencia del motor de combustión interna y podría reducir el peso del coche al necesitar menos combustible para completar una carrera.
Horner señaló que el combustible será un diferenciador clave en el rendimiento de la unidad de potencia de 2026. El reglamento busca reducir el consumo de combustible en un 30 % y regular el flujo de energía en lugar de medir la masa o el volumen.
Más potencia eléctrica y el papel de la inteligencia artificial
La FIA exige que una mayor parte de la potencia provenga de la electricidad. La unidad MGU-K aumentará su capacidad de 160 a 475 caballos, equilibrando la entrega de potencia entre el motor eléctrico y el de combustión en una proporción de 50/50, a diferencia de la configuración actual donde el motor de combustión genera el 80 % de la potencia.
Otro elemento clave en el desarrollo de la unidad de potencia es el uso de inteligencia artificial a través de Oracle. “Es una herramienta cada vez más extendida en la Fórmula 1”, explicó Horner. “Oracle es un actor clave en esa área para nosotros. Es realmente emocionante.”
Gracias a la infraestructura en la nube de Oracle, Red Bull Powertrains puede simular el comportamiento de más de 6,000 componentes antes de su fabricación, optimizando el desarrollo del motor. Además, la dinámica de fluidos computacional permite analizar el comportamiento del combustible al salir del inyector, lo que ayuda a perfeccionar el diseño interno del motor.
Red Bull Powertrains enfrenta un reto monumental al construir su propia unidad de potencia desde cero. Sin embargo, la incorporación de Ford les permite contar con la experiencia de un fabricante con amplio conocimiento en motores de combustión y electrificación.
“Los socios que tenemos son los mejores del deporte y estamos muy orgullosos de volver a tener el logo de Ford en el coche a partir de 2026”, concluyó Horner. “Será una nueva era, un nuevo capítulo para el equipo. Es el mayor reto que hemos asumido en los últimos 21 años desde que estamos en la Fórmula 1.”