Se confirmaron los peores pronósticos y Renault no seguirá fabricando motores de Fórmula 1. La consecuencia inmediata es que su equipo, Alpine, deberá cambiar de suministrador a partir de 2026 por lo que será equipo cliente de Mercedes, que dejará a Aston Martin en ese momento.
“Las actividades de Fórmula 1 en Viry, excluyendo el desarrollo de un nuevo motor, continuarán hasta el final de la temporada 2025”, se lee en un comunidado del equipo en el que de momento cuentan con el motor por una temporada más que será la última.
El cambio de reglamento también en cuanto a motores en 2026, aún más potentes en lo eléctrico, y la falta de competitividad del propulsor galo en toda la era híbrida, desde 2015, a menudo en la cola del pelotón de las unidades de potencia del Gran Circo, ha sido el desencadenante.
Esto, y el coste de fabricación de los motores, además de la falta de interés de otros equipos por llevarlos en carrera, ha decidido a la dirección de grupo a dejar de fabricarlos, con lo que la F1 pierde a uno de sus grandes motorizadores de siempre.
Renault lleva en F1 desde 1977 y es una de las marcas más exitosas tanto motorizando a su equipo propio como a otros, como Williams o Red Bull, con 11 títulos de pilotos y 12 títulos de constructores (entre ellos los dos de Fernando Alonso en 2005 y 2006). En total suma 169 victorias, 213 poles, 176 vueltas rápidas y 463 podios.
La fábrica de Viry se transformará en un centro de ingenería avanzada para coches de alta gama de Renault y Alpine y deportivos para Resistencia o Fórmula E.
También se creará una “unidad de seguimiento de la F1” cuyo objetivo será “mantener los conocimientos y las competencias de los empleados en este deporte y permanecer a la vanguardia de la innovación para los distintos proyectos de Hypertech Alpine, que será el nuevo nombre de la fábrica.
Alpine ocupa el noveno lugar en la clasificación de constructores con tres cuartas partes de la temporada 2024 completadas, habiendo anotado 13 puntos en las 18 carreras celebradas hasta ahora. La noticia llega poco después de otra reestructuración interna en el equipo propiedad de Renault, con el ex jefe de Benetton y Renault, Flavio Briatore, regresando a la F1 (y al equipo de Enstone que dirigió anteriormente) como nuevo asesor ejecutivo de Alpine a principios de este año.