En este mes de mayo, se han cumplido 30 años del accidente mortal de Ayrton Senna en el circuito de Imola, el 1 de mayo de 1994, que se produjo un día después de que el austriaco Roland Ratzenberger perdiera la vida en otro incidente.
La muerte del austriaco, que a su vez se produjo tras un grave accidente de Rubens Barrichello, compatriota de Senna, durante los entrenamientos, conmocionó al piloto de Williams por aquel entonces. Así, entre los restos del monoplaza accidentado de Senna, los comisarios encontraron una bandera austriaca que pretendía ondear al terminar la carrera, como homenaje al fallecido del equipo Simtek.
Con la bendición de la familia Senna, Sebastian Vettel, cuatro veces campeón del mundo, organizó este pasado fin de semana en el Gran Premio de Emilia Romagna de Fórmula 1 un elaborado homenaje, tanto a Senna como a Ratzenberger, que incluyó una salida a pista con el McLaren MP4/8 de 1993 del tricampeón brasileño, que Vettel posee.
Vettel ondeó las banderas brasileña y austriaca durante su prueba de demostración, y dijo que era una forma de “terminar el trabajo” que Senna tenía en mente. “Obviamente, la bandera brasileña estaba clara, porque era algo que él solía hacer después de las carreras”, explicó el alemán.
“Pero conozco la historia [sobre la bandera austriaca que Senna había preparado]. Estuve pensando en ello, si era lo correcto intentar terminar el trabajo. No creo que se termine nunca, se trata de intentar que la gente lo recuerde. Me sentí muy especial cuando saqué la bandera, las dos. Ha sido un fin de semana muy especial y muy significativo para mí”.
Vettel, que se retiró de la Fórmula 1 a finales de 2022 tras una carrera de 15 años con BMW, Toro Rosso, Red Bull, Ferrari y Aston Martin, dijo que su homenaje provocó “una de las emociones más fuertes” de su vida deportiva. A la pregunta de si la demostración, que fue recibida con entusiasmo por los tifosi italianos, le dejó los ojos llorosos, Vettel respondió: “Sí, sin duda”.
“Es difícil expresarlo con palabras, creo que ha sido una de las emociones más fuertes que he sentido al volante a pesar de estar solo en la pista, y ni siquiera correr. Increíble. Cuando saqué las banderas, la gente… fue muy fuerte. Estoy contento de haber tenido el valor de llevar a cabo mi idea, e invitar a la familia Senna. Y sólo recibí comentarios positivos”, detalló.
“La compasión que [Senna] tenía, el valor que tenía para decir lo que pensaba. Impulsando la educación, intentando luchar contra la pobreza en su país. En muchos sentidos, era un adelantado a su época, pero también como piloto de carreras en particular. Y por eso es una historia muy importante y poderosa para compartir, especialmente con los jóvenes pilotos que se están formando”, finalizó.
