30 años sin Senna

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Han pasado 30 años, tres décadas, pero su figura sigue estando más presente que nunca. Ayrton Senna perdió la vida en un trágico accidente en Imola en 1994 y aún a día de hoy, sigue siendo recordado no solo como uno de los pilotos más rápidos de la historia, sino como alguien único. Ese 1 de mayo fue el día en el que la Fórmula perdió su 1.

Es increíble el ‘tirón’ que sigue teniendo tantos años después, en Brasil y en el resto del mundo. Estos días incluso salía a la venta uno de sus míticos Honda NSX…. por 600.000 euros. Un precio que va más allá del coche; lo que se vende es un trocito de la pasión que tenía el brasileño por sus coches, ya que este modelo es el protagonista de una de las fotografías que describen mejor lo que era el piloto, un apasionado del motor, que cuidaba a sus coches con una delicadeza parecida a la que tenía a la hora de apretar el gas cuando competía. Su actualidad no baja un ápice.

Y es que en la mítica imagen, se aprecia un Senna limpiando su preciado Honda con una manguera, una acción simple, cotidiana, pero que muestra la realidad que vivía. Pocas veces se ha visto en la F1 una relación tan buena entre un piloto y un motorista. Senna y Honda fueron la excepción y llegó a poseer varios modelos Honda NSX, pero este rojo era especial.

Después de su muerte en 1994, el coche pasó por distintas manos y cayó en las de un coleccionista británico, que lo ha puesto a la venta unos días antes del 30 aniversario de la muerte de uno de los mejores de todos los tiempos.

El 30º aniversario de su muerte

Este es el primer pequeño homenaje que tiene el tricampeón del mundo, pero no el único. El vínculo de Ayrton con la ciudad de Imola a partir de ese dramático día sigue a día de hoy. Si se recorren las calles de la ciudad se pueden ver múltiples memoriales en honor a él, como el ‘Monumento a Ayrton Senna’ inaugurado el 26 de abril de 1997 y colocado en el Parque delle Acque Minerali.

Este año, en motivo del 30 aniversario de su terrible accidente en la curva de Tamburello, los homenajes serán muchos. El primero de todos ya se puede ver si se camina por la Via Cenni, 10, donde el ayuntamiento ha colgado en una pared el mural gigante “Anhelo: El rostro de Senna”, donde se quiere recordar al gran campeón brasileño con este nuevo proyecto del artista Stefano Pierotti, el autor del monumento. Este mural pertenece a un calendario de eventos titulado “Senna, 30 años” que organizará el ayuntamiento de Imola en colaboración con el Instituto Ayrton Senna. Lo fundó su hermana Viviane tras su pérdida y destina todo el dinero procedente de la imagen del mítico piloto a mejorar la educación pública en Brasil con los más desfavorecidos, como fue siempre su idea.

El mural, compuesto por láminas de hierro, retrata una fotografía del campeón tomada durante el atardecer de abril, en las pruebas del fin de semana donde perdió la vida. Esa curva de Tamburello será recordada siempre por el trágico accidente de Senna y cada año se colocan fotografías, flores etc. en su memoria. Este 1 de mayo de 2024, en honor al 30 aniversario, el Circuito de Imola abrirá sus puertas a todo el público y a las 14:17h, hora exacta del accidente, se hará un minuto de silencio en la que posiblemente es la curva más famosa de toda la F1.

Además, la dirección del circuito ha querido transportar el sentimiento de los aficionados que vivieron uno de los peores días en la historia de la F1, y que podrán mandar fotos tomadas durante ese fatídico fin de semana de 1994, que serán expuestas en varias áreas del trazado italiano que vivió el peor fin de semana de la historia de la F1 con la muerte un día antes del austríaco Ronald Ratzemberger, lo que dejó muy tocado a toda la parrilla y le generó mucha desazón el brasileño, que tenía muy malas sensaciones antes de la carrera.

La imagen que queríamos ver

Ayrton apoya los brazos en el exterior del monoplaza y se baja de su Williams FW16 en aquel inolvidable 1 de mayo de 1994. Esta es la escena ficticia que el artista Oleg Konin pintó en 2010, en homenaje al que habría sido el aniversario 50 del brasileño. Y esta obra, “Formula Alone”, ha inspirado al artista brasileño Adhemar Cabral, que con motivo del aniversario de la muerte de Senna ha recreado la imagen en tamaño real, titulando la obra “La escena que todos quisieran haber visto”.

Con este nombre el artista ha expresado el sentimiento de todos los aficionados del motorsport, que ese 1 de mayo estuvieron conmocionados con la muerte de uno de los pilotos que más pasiones ha despertado en la historia. El propio artista brasileño era fan del tres veces campeón del mundo y al terminarla se emocionó, ya que realmente es una escena que habría deseado ver.

Ha estado expuesta en muchos lugares del mundo y actualmente está en Miami, sede del inminente Gran Premio este fin de semana. Pero la idea de Cabral es exponerla en el Circuito de Imola, en Tamburello y, de hecho, ya está en conversaciones con la dirección del circuito para intentar traerla dentro de dos semanas, cuando se disputará el Gran Premio de la Emilia Romagna.

1 de Mayo de 1994: El fatídico accidente

Tamburello. 1 de Mayo de 1994. 14:17 de la tarde. Todo aficionado del motor tiene todas estas palabras grabadas en la memoria. Incluso aquellos que no habían nacido conocen las mayores hazañas de Ayrton Senna y el trágico accidente que acabó con su vida a los 34 años.

Un fallo en la columna de dirección de su Williams, que fue mal modificada por el equipo debido a que Senna no estaba cómodo con el volante hizo que perdiera el control del FW16 y chocara contra el muro a más de 200Km/h. Unas horas después, se confirmaba lo peor, la doctora María Teresa Fiandri, jefa del servicio de reanimación del Hospital Maggiore de Bolonia confirmaba la muerte del icono de la F1, con 41 victorias y 65 poles, y empezaba su leyenda que sigue viva a día de hoy.

En MARCA, la trágica noticia fue portada: “La Fórmula perdió el 1”. La figura más relevante de su deporte y uno de los deportistas más carismáticos del mundo se había ido de forma trágica y ese accidente hizo que la F1 cambiase por completo las medidas de seguridad , logrando que en muchos años no hubiese accidentes mortales, hasta la trágica muerte de Jules Bianchi tras su accidente en Japón dos décadas después.

Es difícil de explicar con palabras. La conducción de Ayrton Senna solo se puede sentir al verle correr en directo en seco, o en agua en la mítica salida de Donington 93, o ahora con los cientos de videos que hay por Internet. Muchos entenderán el sobrenombre de Magic rápidamente, o porqué tantos pilotos copiaron su casco amarillo. O porqué Michael Schumacher lloró desconsolado al superar sus marcas muchos años después.

Su figura será siempre relacionado con dos de los equipos más legendarios del ‘Gran Circo’ que aún siguen a día de hoy, McLaren y Williams. Sin embargo todo empezó con Toleman, escudería con la que empezó a sorprender a todos los aficionados, logrando su primer podio. Hace unas semanas, murió Ted Toleman, fundador del equipo, que si por algo es recordado es justo por ese primer podio del paulista en un circuito de Montecarlo encharcado, tras adelantar a Niki Lauda (McLaren) y estar a punto de ganar la carrera a Alain Prost (McLaren), algo que sólo evitó la bandera a cuadros bajada antes de tiempo por Jackie Ickxx.

Sus años posteriores los pasó por Lotus, donde conoció lo que era la victoria y dejó su mágica frase “ser segundo es ser el primero de los que pierden”. Con su segundo equipo logró 6 victorias, pero dejó claro lo que podía llegar a ser y el por que es considerado el más rápido de la historia, ya que consiguió 16 poles.

Tras su paso por Lotus, llegó a un equipo legendario, McLaren, al que hizo aún más grande. Ganó tres títulos mundiales en seis años, tras una gran rivalidad con Alain Prost, que dejó imágenes históricas como el accidente entre ambos en Suzuka dos años seguidos, la mayor rivalidad en la F1 hasta la de Hamilton-Alonso en 2007. Consiguió 35 victorias y se coronó como el rey de los sábados, el mejor a una vuelta, con 45 poles. Sus vueltas desde la cámara ‘onboard’ son comparables a una obra de arte y se convirtió en el rey de Mónaco, circuito en el que nadie podía con él.

Su último equipo fue Williams, donde sólo pudo participar en tres carreras, ya que perdió la vida en el Gran Premio de San Marino, el tercero del calendario de la F1 en 1994. Habría sido impresionante ver la aventura de Senna en el equipo británico, con el que en sus tres únicas carreras logró las tres poles.

Una personalidad distinta

Ayrton Senna es y será una inspiración para todos los amantes de las cuatro ruedas. No solo por su talento natural, su técnica, su magia bajo la lluvia o una infinidad de motivos en la competición. También por su personalidad magnética, por su calidez humana y el ser considerado una buena persona, elementos que demostró en cada ciudad por la que iba con la F1.

En un mundo, el de los deportistas de élite, en el que parece que sus figuras están muy alejadas del de las personas, Senna tenía un carácter muy cercano. Eso sí, en la pista se transformaba y dejó declaraciones que se recordarán siempre y que muchas de ellas se usan como inspiración en muchos deportistas.

Cuando conoció la victoria cambió. Solo le valía estar en el primer escalón del podio y para ello, él mismo dijo que tenía que ir al límite y buscar todos los huecos que habían, por muy arriesgados que fueran.

Mientras que muchos pilotos priorizan sus vidas fuera del ‘Gran Circo’, el brasileño era de la escuela de la que son algunos como Fernando Alonso o Max Verstappen. Correr lo es todo en su vida y en sus ratos libres, siguen pensando en correr.

Con sus vueltas, sobre todo las que hizo en Mónaco, se podía ver como él y el coche eran uno y que pilotaba sin pensar, según lo que le pedía el coche. Su forma de pilotaje era muy distinta, era un avanzado a su época.

Algunos lo llaman ego, otros confianza. Sin embargo, no hay duda que la personalidad de Senna era única y su mentalidad a la hora de afrontar las temporadas en la F1 es la causante de que haya dejado huella en este deporte.

Su relación con el dinero y la vida como famoso era difícil, no estaba cómodo del todo y estaba muy concienciado de la pobreza, sobre todo la que había en algunos sitios de Brasil, país en el que nació.

Estaba obsesionado con la sensación de ganar carreras, llegando a decir que era lo mejor que se podía vivir. Es por eso que volcaba todo su trabajo en conseguirlas.

Como la mayoría de pilotos de carreras, era consciente del peligro de su deporte y habló en múltiples ocasiones que sabía que podía tener accidentes graves, pero los piloto de F1 están hechos de otra pasta y no temen nada cuando se montan en sus monoplazas.

Él mismo sabía que la seguridad en la F1 no era la mejor posible y en sus declaraciones llegó a advertir del peligro. Aún así, este pequeño miedo nunca fue una barrera para él, que a la hora que tocaba subirse al monoplaza lo daba todo y buscaba los huecos más pequeños, casi inventados por él.

Una inspiración para los campeones

El legado que dejó Senna sigue a día de hoy. Los tres campeones del mundo que hay en la parrilla actual han confesado su admiración por el piloto brasileño. Lewis Hamilton vivió la época del tricampeón cuando se estaba iniciando en el karting y hace unos años confesó que fue su inspiración para llegar y ganar en la F1: “Mi ídolo cuando era niño era Ayrton. Siempre soñé con convertirme en un campeón de F1, pero fue al ver sus carreras cuando decidí que quería ganar tres campeonatos como mi héroe”.

Max Verstappen, debido a su juventud, no pudo vivir en directo sus carreras, pero también lo considera uno de los mejores de la historia. De hecho, Helmut Marko, cuando tomó la decisión de subir al holandés a Red Bull, le llegó a comparar con Senna, al cual ha superado en muchos registros. Fernando Alonso también ha elogiado muchas veces a Senna, llegando a decir que para él es incluso mejor que Schumacher: “¿Schumacher o Senna? Me quedo con Ayrton sin ninguna duda”.