John Elkann ha puesto en marcha el programa que llevará la marca del Cavallino Rampante a luchar por la clasificación general de las 24 Horas de Le Mans y el Campeonato Mundial de Resistencia.
El sueño de ACO se ha vuelto realidad y Ferrari volverá oficialmente a luchar por la victoria absoluta de las 24 Horas de Le Mans 50 años después de su retirada en 1973, cuando Enzo Ferrari decidió centrarlo todo en la Fórmula 1. Desde entonces toda la atención de Maranello ha estado dirigida a la máxima categoría.
Ahora, el Cavallino Rampante competirá de nuevo en el Campeonato Mundial de Resistencia en 2023 con un hipercoche, por lo que también será protagonista de las carreras de duración más prestigiosas.
Después de un largo análisis de las reglas y los costos de la serie, Ferrari ha decidido lanzar un programa oficial que se realizará en paralelo al que la marca realiza en la Fórmula 1. La luz verde vino directamente del presidente John Elkann, cada vez más involucrado en las decisiones estratégicas de la empresa, ya que ha seguido todo el expediente desde su nacimiento en su función de director general interino.
“En más de 70 años de carreras, en pistas de todo el mundo, hemos trasladado las victorias a los autos de producción mediante la exploración de soluciones tecnológicas de vanguardia: innovaciones que surgen de la pista y hacen que cada automóvil de carretera producido en Maranello sea extraordinario”, dijo Elkann en un comunicado de prensa.
“Con el nuevo programa Le Mans Hypercar, Ferrari reafirma una vez más su compromiso deportivo y su determinación de ser protagonista de los principales eventos mundiales del automovilismo”.
El Cavallino Rampante, por tanto, dará un enorme impulso a un campeonato que ya ha llamado la atención de muchos grandes fabricantes como Toyota, Peugeot, Audi y Porsche que de diferentes formas han decidido sumarse con un Prototipo (LMDH) o un Hypercar. (LMH).
En este contexto, ciertamente no podía faltar Ferrari, que luchó a nivel regulatorio por mantener un estrecho vínculo entre el hipercoche que pondrá en pista en dos años y un vehículo de producción que lanzarán al mercado al mismo tiempo.
La plantilla dirigida por Antonello Coletta ahora se verá reforzada por algunos técnicos de la Scuderia que, debido al tope de gastos de la Fórmula 1 serán de gran utilidad en el nacimiento de un nuevo proyecto de competencia.
Ferrari ganó por primera vez en Le Mans en 1949, en la edición celebrada inmediatamente después de la pausa provocada por la Segunda Guerra Mundial con el 166 MM conducido por Luigi Chinetti y Lord Selsdon. La última victoria la consiguieron en 1965 con los 250 LM del N.A.R.T. (North American Racing Team) de Jochen Rindt y Masten Gregory para un total de 9 triunfos (1949, 1954, 1958, 1960, 1961, 1962, 1963, 1964, 1965). Luego llegaron más éxitos, pero en la división GT para un total de 36.
Pero ver al Cavallino regresar en la contienda por los rankings absolutos del campeonato mundial de resistencia y de IMSA (la serie estadounidense con regulaciones similares, pero no perfectamente iguales) abre nuevos escenarios en una categoría que tendrá un impulso sensacional en popularidad y atención con la presencia de Ferrari.
La clase LMH ya existe y Toyota tomará parte de ella este año. Peugeot está desarrollando su coche para estar en pista en 2022. Durante la próxima temporada también veremos el Glickenhaus 007 LMH que está en el proceso de puesta en marcha y que afrontará el 2021 solo para ganar experiencia y aprendizaje.
