Congelación de motores entrará en debate en la F1

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BAHRAIN INTERNATIONAL CIRCUIT, BAHRAIN - DECEMBER 06: George Russell, Mercedes F1 W11 EQ Performance, leads Valtteri Bottas, Mercedes F1 W11 EQ Performance, Max Verstappen, Red Bull Racing RB16, Charles Leclerc, Ferrari SF1000, Sergio Perez, Racing Point RP20, and the rest of the field at the start during the Sakhir GP at Bahrain International Circuit on Sunday December 06, 2020 in Sakhir, Bahrain. (Photo by Andy Hone / LAT Images)

La Comisión de la F1 se reunirá este jueves para debatir la congelación de las unidades de potencia y la compensación de las prestaciones de los motores de 2022 a 2024.

La Fórmula 1 sigue con los motores apagados y así seguirá hasta el primer filming day, pero e  jueves serán uno de los temas de conversación en una importante reunión de la Comisión de la F1 con vistas a la congelación de las unidades de potencia a partir de 2022.

Un tema delicado que repercutirá en la jerarquía técnica y en el que Mercedes, Ferrari, Renault y Red Bull –que representará de forma independiente a Honda– acudirán dispuestos a defender sus intereses.

La primera valoración afecta a Red Bull, que gracias a la congelación podría seguir con los actuales motores, aunque con cambio de nombre y responsabilidades. El tándem Marko-Horner, que hace un año clamaba para que la FIA no introdujera ninguna restricción en el desarrollo –ya que Honda tenía que recuperar terreno– ahora pide la congelación tras el anuncio de la salida del fabricante nipón.

La idea básica sobre la congelación de las unidades de potencia es clara: se prolongará de 2022 a 2024 para que los fabricantes puedan concentrar sus esfuerzos técnicos y financieros en el nuevo motor que debería llegar en 2025.

Mientras, la Fórmula 1 continúa su camino hacia un panorama más ecológico con la introducción de biocombustibles, empezando con gasolina E10 (10% de combustible biológico) y luego avanzar hacia el uso de hidrógeno.

El camino hacia la congelación será objeto de debate. Hay quienes desean que cualquier intervención encaminada a equilibrar la potencia de los cuatro motores se tome después de las primeras carreras de 2022.

En la práctica, hasta después de la última evolución de la unidad de potencia el próximo invierno, no se evaluará quién tendrá que bajar de potencia y quién no. Sin embargo, también hay quienes sostienen que ese enfoque complicaría las cosas, y que esa decisión debería tomarse mucho antes de la primera carrera de 2022 con un objetivo de potencia previamente definido.

Al comienzo de la próxima temporada correspondería a la FIA determinar que todo está dentro de lo establecido, es decir, unidades de potencia con prestaciones similares y una diferencia de potencia máxima alrededor del 2% sobre la base de 1000 CV.

La sola mención de la palabra es suficiente para desencadenar una avalancha de comentarios, tanto entre los expertos como entre los aficionados. El BoP (equilibrio de rendimiento, Balance of Performance en inglés) siempre ha permanecido lejos del paddock de la Fórmula 1, pero cada cierto tiempo vuelve.

Igualar la potencia de los motores puede conseguirse de dos maneras: o se deja el desarrollo abierto a los que tienen que remontar, o se impone un freno a los que tienen más caballos.

En el primer caso estaría el problema de Red Bull, que espera poder seguir con el motor Honda cuando los japoneses se aparten. En Milton Keynes no hay un departamento de desarrollo de unidades de potencia.

En el segundo caso una de las vías planteadas sería la gestión de la cantidad de combustible para compensar el rendimiento. Básicamente consistiría en reducir progresivamente el caudal instantáneo de combustible a los más potentes hasta que se nivelen las prestaciones.

Se trataría de una BoP de manual, que ve con malos ojos Mercedes, como ha declarado públicamente en repetidas ocasiones. También sería una medida que estaría sujeta al derecho de veto de Ferrari, ya que afectaría al ADN de la Fórmula 1. Un juego complejo que empieza mañana, pero no acabará pronto.