Newgarden vs Dixon, duelo final en St Pete por el título de Indycar

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Scott Dixon y Josef Newgarden se juegan este fin de semana el título de la Indycar en la pista de St. Petersburg, Florida, en la que será la única carrera del año en un circuito urbano. El neozelandés lo tiene todo a favor para llevarse su sexta Copa Astor, pero, en Indycar todo puede pasar.

Dixon llega con 32 puntos de ventaja y, aunque es muy difícil hacer cálculos precisos por el peculiar sistema de puntuación de la competición, está claro que lo tiene todo a favor. De hecho, de las 19.872 combinaciones posibles de resultados, el 99 % favorecen al líder.

Se trata simplemente de completar un fin de semana limpio. Claro, el objetivo es ganar, eso lo haría todo mucho más fácil, así no hay que preocuparse por otros escenarios. Pero creo que somos afortunados de estar en la situación en la que estamos y de la ventaja que tenemos”, reconocía un Dixon que sólo debe evitar meterse en líos para lograr un hito pocas veces repetido en Indycar: liderar el campeonato de principio a fin.

Dixon necesita 22 puntos para asegurarse el campeonato, lo que significa que terminando por encima del noveno puesto será hexacampeón independientemente de lo que haga Newgarden, que debe plantearse la carrera a todo o nada, ya que sus opciones matemáticas requieren, mínimo, un segundo puesto.

Pero Newgarden tiene clavos a los que agarrarse para soñar con revalidar el título. El primero, lo especial de la carrera de St Pete, la única urbana del año, lo que significa que los pilotos se enfrentarán a algo desconocido con los nuevos coches con aeroscreen. El segundo: los precedentes en esta pista, muy favorables a los Penske en general y a Newgarden en particular. Sin embargo, Dixon sufre tanto en St Pete que, de hecho, nunca ha ganado en Florida.

“Será muy difícil lograr el campeonato, es una montaña muy alta la que hay que escalar”, reconocía Newgarden, al que ha penalizado su mal arranque de año. “No esperábamos llegar aquí con opciones, así que ahora no tengo presión”, aseguraba antes de arrancar el fin de semana.

La de mañana será también la última carrera del año de debut de Álex Palou en la Indycar. Un estreno brillante con un podio y tres top 10, además de varias sesiones de clasificación más que destacadas que le han puesto en disposición incluso de pelear por victorias.

Palou no podrá aspirar a coronarse rookie del año, ya que ese título lo tiene asegurado Rinus VeeKay simplemente con tomar la salida. Pero el catalán ha demostrado que sus miras son más altas.

La prueba, además, contará con un estreno ilustre, el de Scott McLaughlin, campeón de los Supercars australianos, con el equipo Penske.