Amozoc, Puebla, a 11 de septiembre de 2020.- En un día intenso de actividad por la cuarta fecha de NASCAR PEAK México Series, se dio el regreso de Rubén Ortíz a las pistas, con una tarde de aprendizaje sobre el auto #57 que deja todo listo para el cierre de esta jornada doble el día de mañana en el autódromo Miguel E. Abed, de Puebla.
Con el inicio de la llamada “Nueva Normalidad”, el automovilismo mexicano está de regreso en las pistas y con ello el piloto Rubén Ortíz ha vuelto a la actividad; esta vez con el auto #57 Grand Fiesta Americana / Fiesta Inn / One Hoteles, llegando sin entrenamientos para encarar este, su primer compromiso del 2020.
Con una sola sesión de prácticas y la calificación cancelada para agilizar el programa, evitando una posible lluvia, llegaba la bandera verde para el capitalino en una carrera complicada que sirvió para adaptarse al auto e ir probando, a pesar de sufrir algunos problemas de carburación y el sistema de frenado, dejando todo listo para la fecha 5 el día de mañana.
“La realidad es que no nos fue también. El auto tenía meses sin dar vueltas así que este fue un inicio desde cero porque no hemos podido entrenar por la poca disponibilidad de las pistas en estos tiempos”.
“A pesar de todo, el panorama es muy alentador, creo que podremos hacer mucho mejor las cosas el día de mañana. Al final sabíamos que las cosas serían así, es cuestión de irnos adaptando para mejorar paso a paso”, expresó Rubén.
Este domingo se correrá el 5to round de NASCAR México Series en el Miguel E. Abed, con Rubén Ortíz buscando un mejor resultado con el auto #57 Grand Fiesta Americana/ Fiesta Inn/ One Hoteles.
