Esto cobró Fernando Alonso por su actuación en la Indy 500

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La Fórmula 1 podría ser el objetivo que la mayoría de los pilotos se fijan de pequeños, sin embargo categorías como la IndyCar salen quizás más rentables en términos económicos. Existe el precedente de pilotos que han ganado más dinero en una edición de la Indy 500, que en una temporada completa en la Fórmula 1.

En Indy no hay premios económicos fijo, ni siquiera se puede saber con antelación cuál será el premio económico que se llevarán los pilotos porque la afluencia de público es una de las variables que se tienen en cuenta para el cálculo de los mismos.

Para el reparto de premios entre los 33 pilotos, se tiene en cuenta detalles como el número de vueltas en las que cada cual ha liderado la carrera. Oficialmente los premios son para el piloto, aunque en realidad es el equipo quien se lo lleva con un porcentaje para el piloto, dependiendo de los contratos que se hayan firmado previamente. Este año, dada la situación de la pandemia del Covid-19, el montante de los premios se ha visto claramente reducido.

En 2020 se han reducido a la mitad los premios de la carrera. De los 12,6 millones de euros inicialmente previstos, a 6,3 millones de euros, debido a que las entradas del público son una fuente financiera muy importante para la Indy, y este año al ser a puerta cerrada, se han quedado sin acudir al evento en torno a 400.000 aficionados.

Pero el año que se repartió más dinero fue 2008, con 14.400.000 dólares. Todos creían que este año se batirían todos los récords de dinero, ante la expectación creada por la llegada de Fernando Alonso.

En la carrera del pasado fin de semana, Takuma Sato se llevó 1.158.000 euros por su victoria, algo lejano a los 2.460.000 euros que ganó con su victoria en 2017, Alex Palou ingresó 173.000 euros.

Alonso debió confirmase con 85.000 euros, la mínima cantidad asegurada a todos los pilotos, que fue lo que cobraron diez pilotos, incluidos entre ellos tanto el asturiano como hombres con mucho bagaje en esta disciplina como James Hinchcliffe y Hélio Castroneves.

Cabe recordar que el bote de Indianápolis se reparte según un algoritmo complejo que tiene en cuenta la clasificación final, posición, vueltas lideradas, entre otras variables.