Alonso dejó de ser embajador de McLaren en 2019, pues firmó un contrato por un año con la escudería de Woking para mantenerse vinculado al equipo y a la F1. Aquello se anunció en la pretemporada de Barcelona, y el asturiano asistió a los test, el GP de Bahréin, el GP de Italia y por último, el de Abu Dhabi. En los dos primeros se dejó ver por el muro, con la plana alta de la escudería, llama la atención su importante cuota de protagonismo en Monza, aclamado por los aficionados y perseguido por los medios de comunicación como lo que es, uno de los más grandes pilotos que ha dado el Gran Circo en la última década.
Pero es evidente que, con la llegada de Andreas Seidl a McLaren, Alonso tuvo que dar un paso atrás. El ingeniero alemán quiere claridad, es una de sus máximas, y la etérea presencia de Fernando no le convencía. Le preguntaron constantemente durante las ruedas de prensa sobre sus funciones o sus posibilidades como piloto reserva, precisamente cuando confirmaron que el suplente sería el ruso Sirotkin. Para la última carrera del año, el piloto sólo tuvo que participar en actos con patrocinadores, “estrechar la mano”, separado de la parcela deportiva.
Ahora se sabe que el contrato que les vinculaba ha terminado, lo que no es una sorpresa. ¿Es el final de Alonso con McLaren? Habrá que verlo. McLaren sigue siendo la segunda gran opción para volver a las 500 Millas de Indianápolis, por detrás de Andretti, como ya informó AS en noviembre, y en las próximas semanas se debería cerrar su participación. De hecho, probablemente sea la forma más sencilla de volver para intentar cumplir el que se ha marcado como objetivo del año en 2020. Además,”su continuidad como embajador es independiente de Indy”, traslada una fuente importante. Alonso es querido en McLaren, aunque el equipo de Fórmula 1 prefiere centrarse en Sainz y Norris, que son “los pilotos del futuro”, según remarca Seidl. Aunque, si el piloto sondea opciones para 2021 no le conviene estar excesivamente vinculado a un equipo con el que, a priori, no tendría posibilidades de volver.
No obstante, desde la más alta dirección de McLaren Racing, con Zak Brown a la cabeza, hay mucho interés porque las relaciones no se rompan: el dirigente norteamericano ha puesto todo de su parte para contar con el asturiano en su tercer coche de las 500 Millas, ya antes le propusieron que disputara la IndyCar completa con ellos, sin éxito. Y si los británicos entran en la Resistencia desarrollando un coche para el WEC o IMSA.
