Leclerc y su conquista en Italia

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Bastaron ocho días para recordar con una noción clara el nivel de piloto que es Leclerc. En Spa demostró su velocidad consiguiendo la pole más holgada y en carrera fue casi impecable para poder, con la ayuda de Vettel, conservar la punta de una carrera con Hamilton cerca de intentar atacarlo.

Ese ataque llegó este fin de semana,se mantuvo durante 41 de las 53 vueltas para llegar al máximo en la vuelta 23, observando de nuevo al Leclerc que se reveló después del GP de Austria un piloto muy agresivo, en el límite de lo permisible, para algunos cruzando esa fina línea.

Su defensa en esa maniobra y luego en la vuelta 36 cuando se fue largo entrando a la curva dos de la Prima Variante, le valieron al final conseguir esa soñada victoria en el estreno con Ferrari en Monza, como Schumacher en 1996.

“Liberación” fue la palabra usada por el más joven piloto en la historia en ganar dos carreras consecutivas, para describir sus emociones después de una victoria que sí pudo celebrar. Salir en pole, en casa de Ferrari, correr sin escudero por el error de Vettel, contra Hamilton, contra Mercedes, amonestado por los comisarios, con neumáticos duros. Una vez cruzó la meta quedó también liberado de las presiones a las que fue sometido este fin de semana.

Pero tal vez la mayor presión de la que se liberó fue una que en cierta medida él mismo generó al interior de la Scuderia cuando no fue el team player que su equipo y Vettel esperaban para darle una vuelta con succión a su compañero en Q3. En su primer intento el alemán no tuvo ese beneficio, más importante que nunca este año como lo probó el “atasco” al final de la sesión, el plan era que Leclerc se la diera en el segundo intento.

“hoy quedas perdonado” le dijo Mattia Binotto a Leclerc en el atardecer en Monza, Binotto lo confirmó a los medios y anticipó que bien puede volver a ocurrir, entre sonrisas, con victoria en casa, en la celebración de los 90 años de la Escudería.