Charles Leclerc se impone en Bélgica

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Con 21 años y 11 meses, Charles Leclerc se convirtió en el piloto más precoz de la historia de Ferrari en alcanzar una victoria en F1. El récord lo ostentaba, desde hace más de 50 años, el belga Jacky Ickx, que con 23 años y 6 meses se alzó al lugar más alto del cajón en el GP de Francia de 1968, un nuevo héroe emerge en Maranello.

En el circuito de SPA, 13ª prueba de un Mundial en el que Ferrari no contaba con ninguna victoria, el joven monegasco descorchó la primera botella de champagne del equipo esta temporada. Aunque la alegría fue contenida luego del horrible accidente en la carrera de F2 que desencadenó el fallecimiento de Anthoine Hubert, amigo de la infancia de Leclerc, declaró: “Esta victoria va por él. Ha sido un fin de semana muy duro para todos», al borde de las lágrimas al llegar al paddock. Antes, sobre su monoplaza, alzó los brazos en dirección al cielo.

“Esta victoria es un sueño hecho realidad”, continuó un Charles que resistió al desgaste de sus neumáticos y a la imponente figura de Hamilton, presente en sus retrovisores en el último giro. En su primer curso en Ferrari, se asoma a sólo 12 puntos en la clasificación de su compañero de equipo, que se tuvo que conformar con la cuarta plaza y con el consuelo de la vuelta rápida.

En el ecuador de la prueba, cuando Vettel lideraba tras el primer y único paso por boxes, el ritmo de Leclerc se incrementaba. Entonces, Ferrari tomó una decisión trascendental: pedir a su teórico primer piloto que dejara pasar a su compañero. Y así lo hizo.

En Spa, donde toda una leyenda como Michael Schumacher también logró su primera victoria en F1, Charles Leclerc ha comenzado a escribir su historia.